Las fracturas de miembro superior son bastante comunes en los niños, estas afectan principalmente a la clavícula, codo y antebrazo.
Las fracturas de clavícula se producen generalmente por un traumatismo directo sobre el hombro. Este tipo de fracturas suelen tener buen pronóstico.
También son frecuentes las fracturas de codo, y se producen cuando el niño se cae con el brazo en extensión. Este tipo de fractura puede afectar a cualquiera de los huesos del codo: húmero, radio, cúbito. El resultado de estas fracturas dependerá de la reducción de las mismas, de la posibilidad de colocar de forma anatómica los fragmentos.
Las fracturas de antebrazo pueden producirse en el cúbito y radio. Estos huesos pueden romperse en su parte más distal, parte media o en la parte más proximal. También pueden fracturarse por la fisis, que es donde crece el hueso. Este último tipo sólo se produce en los niños.
Indicaciones a seguir tras una fractura de la extremidad superior en niños
- Se debe mantener el miembro en cabestrillo con la mano más elevada que el codo, moviendo los dedos frecuentemente.
- Estar siempre atento a la movilidad y el color de los dedos durante las primeras 48-72 horas.
- Si se presenta dolor intenso que no se alivia con los analgésicos, frío o cianosis de los dedos, rigidez con flexión que no permite la extensión completa, es necesario acudir a urgencias.
- Vigilar que el niño no introduzca cuerpos extraños, ya que pueden provocar úlceras en la piel. Si existe sospecha de que esto ha ocurrido, se debe llevar al niño al hospital para cambiar la inmovilización.
- El niño debe mover repetidamente las articulaciones que no estén inmovilizadas.
Ante una caída o traumatismo es importante que un profesional evalúe al niño para determinar si existe fractura o alguna otra lesión, y realice el tratamiento adecuado en cada caso.
Bibliografía: José María Arribas Blanco, Cirugía Menor y procedimientos en Medicina de Familia.
Sportsalud. Centro de Actividad Física y Salud