El cuidado de la visión es muy importante, por ello debemos acudir al oftalmólogo para prevenir los problemas que pueden afectarla. Te contamos cinco motivos por los que es necesario realizar una revisión periódica.
Primero
Si somos padres, tenemos la responsabilidad de evitar que nuestros hijos padezcan limitaciones en el futuro por no haber acudido a un oftalmólogo que diagnosticara a tiempo un ojo vago. Las personas que sufren de ambliopía en algunos casos no pueden tener acceso al carnet de conducir, o tener restricciones en él. Tampoco pueden ejercer algunas profesiones que exigen una agudeza visual específica, entre otras limitaciones.
Además ciertos tipos de ametropías (defectos de refracción del ojo) son progresivas, ésta es una información por todos conocida, especialmente sabemos que la miopía actúa de esta manera.
Cuando un niño en edad escolar presenta algún tipo de ametropía, debe acudir a revisiones oftalmológicas de forma periódica para controlarla, y que este puede desarrollar su aprendizaje en igualdad de oportunidades que otros niños que no llevan ningún tipo de graduación. Las alteraciones de la refracción manifiestan variaciones con la edad, a veces mejoran y otras empeoran, por lo que si las gafas no son adecuadas, la visión no será correcta y esto puede afectar al desarrollo intelectual del niño.
Debemos llevar a los niños a una revisión oftalmológica desde el momento en el que sean capaces de colaborar con el oftalmólogo (leer dibujos en la consulta), lo cual es aproximadamente con 3-4 años de edad, si no se le ha observado previamente alguna anomalía.
Segundo
Las personas con alta miopía o miopía magna (6-8 dioptrías) tienen un especial riesgo de desprendimiento de retina. Esto es así porque su ojo anatómicamente es más largo de lo normal y sus paredes internas, entre las que está la retina están más adelgazadas y por lo tanto son más frágiles.
Esto puede verse agravado si además sufren otras enfermedades oculares, por lo que es muy imporante un control anual.
Tercero
Evitar cegueras prevenibles. El glaucoma es una enfermedad que no presenta ningún síntoma, su principal factor de riesgo es la elevada presión intraocular y puede provocar ceguera. Pero esto se puede prevenir con una comprobación de la presión intraocular por parte del oftalmólogo de manera periódica. Es importante estar atento si se tienen antecedentes en la familia.
Cuarto
Control de enfermedades sistémicas, tales como diabetes e hipertensión arterial. La retina es una membrana que tiene numerosos vasos sanguíneos que pueden verse afectados por la diabetes, por esta razón los endocrinos suelen solicitar a los pacientes un informe del oftalmólogo de manera periódica para evaluar el desarrollo de la enfermedad.
Quinto
Diagnóstico precoz de patologías asociadas al envejecimiento, tales como la degeneración macular asociada a la edad o DMAE. Gracias al cual pueden ser tratadas de forma eficaz, especialmente en su forma húmeda. Si no se detecta a tiempo, se produce una rápida pérdida de visión central, que puede resultar en ceguera.
Estas son sólo alguna de las razones por las que es sumamente importante acudir una vez al año a la consulta del oftalmólogo. La prevención y el diagnóstico precoz nos ayudan a cuidar nuestra visión.