Hay muchos motivos por los que puedes sufrir de ojo seco de forma esporádica, y estos incluyen pasar mucho tiempo delante del ordenador, días secos y con viento, y alergias. Pero si tienes síntomas oculares crónicos como picazón, ardor, visión borrosa etc., puedes sufrir de un problema llamado síndrome del ojo seco o queratoconjuntivitis seca.
Es curioso, pero un síntoma de esta afección es el lagrimeo excesivo o tener los ojos llorosos, que es simplemente una señal que nos indica que tenemos un problema relacionado con la lubricación del ojo.
Si tienes problemas de ojos crónicos, y alguno de los siguientes factores de riesgo, es muy probable que sufras del síndrome del ojo seco.
Te estás haciendo mayor
A medida que envejecemos, nuestra capacidad para producir lágrimas disminuye. Esto puede ser provocado por una obstrucción de los conductos lagrimales a causa de la inflamación, que puede ser consecuencia del envejecimiento.
El ojo seco causado por el envejecimiento, generalmente no es grave y aunque puede afectar notablemente a la calidad de vida de quienes lo sufren, es altamente tratable.
Estás embarazada o estás atravesando la menopausia
Las mujeres que han tenido una menopausia precoz, y sufren de ojo seco tienen un mayor riesgo de sufrir daños oculares más graves, y esto se debe a que probablemente hayan sufrido este problema durante más tiempo. A parte de la menopausia, hay muchos otros cambios hormonales que pueden producir ojo seco, como por ejemplo: el embarazo y las pastillas anticonceptivas.
Sufres de una enfermedad autoinmune
El síndrome del ojo seco está asociado a diferentes enfermedades autoinmunes, como el lupus, la esclerodermia, la artritis reumatoide y el síndrome de Sjögren. En el síndrome de Sjögren, nuestro sistema inmunológico ataca a las glándulas lagrimales y salivales, y esto puede causar problemas de sequedad en los ojos y en la boca.
La enfermedad ocular de tiroidea, conocida como enfermedad ocular de Graves, es otro problema autoinmune. El sistema inmunitario ataca las glándulas tiroideas y los músculos y tejidos que rodean el ojo.
Pasas demasiado tiempo delante del ordenador
Parpadeamos con una frecuencia de 10 a 15 veces por minutos, lo que equivale a un parpadeo cada cuatro segundos, esto mantiene los ojos húmedos en un equilibrio perfecto de lágrimas, aceite y moco. Si parpadeamos con una frecuencia menor, nuestras lágrimas se evaporaran más rápido. Este problema también puede ocurrir con otras actividades que requieren de concentración, como el leer, conducir o incluso coser.
Tienes deficiencia de Vitamina A
La deficiencia de Vitamina A también puede causar sequedad de ojos, aunque esta deficiencia es mucho más común en zonas del mundo con problemas de desnutrición.
Este problema es fácil de solucionar ya que la vitamina A se encuentra presente en muchos alimentos: vegetales verdes, zanahorias, calabazas, patatas etc.
Te has sometido a una cirugía ocular previamente
Afortunadamente, esta causa de ojo seco suele ser leve y temporal. No obstante, si sufrimos de ojo seco por una cirugía LASIK, debemos obtener tratamiento.
También podemos sufrir de ojo seco en otro tipo de cirugías que afectan a la parte de la córnea, e incluso algunos tipos de cirugías estéticas que involucran los parpados.
Utilizas lentes de contacto
El uso de lentes de contacto es una causa frecuente de ojo seco. Las lentes de contacto pueden interferir con la capa de lágrimas que cubre y protege la superficie ocular. Esto puede aumentar la evaporación de las lágrimas, y causar una sensación de quemazón o de tener algo dentro del ojo.
Estás tomando medicamentos que pueden causar ojo seco
Hay muchos medicamentos que pueden causar este problema, tanto de venta libre como los recetados por el médico.
Algunos medicamentos que pueden causar ojo seco son:
- Medicamentos para tratar los problemas cardiovasculares (betabloqueantes y diuréticos)
- Medicamentos para dormir
- Antidepresivos
- Antihistamínicos
- Descongestionantes
Vives en un ambiente que no te favorece
Estudios recientes han encontrado que solo el 8% de las personas que viven en zonas de poca altitud, informaron de síntomas de ojo seco, mientras que el 20% de aquellas personas que vivían en una altitud más alta, informaron de problemas de ojo seco.
Los ambientes secos en interior también pueden actuar de la misma manera. Esto incluye: oficinas de trabajo, cualquier lugar con aire acondicionado o calefacción, hospitales, aviones y otros muchos entornos.
Otros factores que también pueden irritar los ojos son el viento, el humo y los vapores de los productos químicos, así como la luz solar.
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