Pese a que el nacimiento de un hijo es uno de los acontecimientos más felices en la vida de las personas, los efectos del embarazo en el abdomen de la mujer suelen ser devastadores. Por esa razón, miles de mujeres se someten cada año a una abdominoplastia para tratar de recuperar su cuerpo anterior al embarazo.
La abdominoplastia es una cirugía estética corporal que consiste en eliminar la piel suelta y flácida en el área abdominal, tensar la sección media, reparar la flacidez muscular cuando es necesario y restaurar y/o esculpir la forma del vientre.
A menudo se combina con otros procedimientos como el levantamiento y/o aumento de senos, la liposucción… en lo que se conoce como Mommy Makeover.
Aunque la mayoría de los cirujanos plásticos recomendamos a las mujeres que esperen hasta que terminen de tener hijos para someterse a una cirugía estética de abdomen; es más habitual de lo que parece volver a quedarse embarazada tras una abdominoplastia.
El embarazo después de la abdominoplastia
Pese a que no es una situación ideal, hay que tener en cuenta que el embarazo tras una cirugía estética de abdomen es totalmente seguro, tanto para la madre como para el niño.
La preocupación es puramente estética.
Y es que el embarazo estira los músculos y la piel de los abdominales; si este exceso de piel ya se ha extirpado mediante una abdominoplastia anterior, la piel restante deberá estirarse una vez más durante el nuevo embarazo.
Si los músculos abdominales se tensaron significativamente durante la abdominoplastia es posible que la paciente experimente una mayor sensación de tensión y estiramiento a medida que crece el bebé.
También es común que la barriga no crezca tanto como en el embarazo anterior. No hay que preocuparse, existe suficiente espacio para que el bebé crezca, se mueva y evolucione correctamente.
Es fundamental que la paciente le comunique a su ginecólogo que se ha sometido a una abdominoplastia en el pasado, ya que los profesionales son los que mejor podrán asesorarla ante cualquier inquietud, además de poder realizar un seguimiento adecuado y controlar el progreso del embarazo.
También hay que recalcar que el hecho de que una mujer se quede embarazada después de haberse sometido una abdominoplastia, no significa que vaya a perder todos los resultados de su cirugía tras el nacimiento del bebé.
El cuerpo de cada mujer responde de manera diferente al embarazo; muchas mujeres, especialmente aquellas que controlan diligentemente su peso, mantienen la mayoría de los resultados.
Si los músculos abdominales se dañan durante el embarazo, o si aparece algo de flacidez en la piel del estómago, se podría realizar una abdominoplastia de revisión o una mini abdominoplastia para abordar estos cambios.
En algunos casos, el cirujano plástico también puede hacer pequeños cambios en la manera de afrontar la cirugía de abdomen si sabe que la paciente desea tener más hijos en un futuro. Se puede reparar menos músculo abdominal o, directamente, evitar la reparación para permitir un mayor estiramiento en el futuro.
Pero no todo son desventajas. Si se requiere de una cesárea se pueden utilizar las incisiones previas de la abdominoplastia, evitando así la realización de cicatrices adicionales. El Dr. González-Fontana se esfuerza por hacer que las cicatrices de la abdominoplastia sean lo más indetectables posible. Normalmente la incisión se realiza en la parte baja de los abdominales, para que se oculten fácilmente con la ropa interior y los bañadores.
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Dr. González-Fontana en Masquemedicos