¿Es posible saber si un adolescente consume drogas?

El consumo de drogas y alcohol, es decir, las adicciones, en el periodo que va de la pre-adolescencia (12-14 años) a la adolescencia (14-18) supone en la actualidad todo un fenómeno clínico y social que cada vez va en aumento encontrándonos en la actualidad en cota muy altas de uso social de las sustancias. Para los padres y los profesionales es necesario tener información completa de los indicadores que nos pueden llevar a observar que existe un problema en el consumo de sustancias.

En el área emocional hay que prestar especial atención a los cambios radicales de conducta, cambio en su forma de ser y sus hábitos. Por ejemplo: Si antes salía mucho y ahora se encierra en su habitación, si esconde cosas como sus bolsos o sus chaquetas…. Si presenta cambios de humor extremos pasando de la ira a la euforia o de la irritabilidad al hermetismo. Si muestra indiferencia total a lo que le rodea no teniendo motivación por nada, ni encontrando ningún estímulo que le suponga un premio. Si socialmente se muestra carente de juicio hablando constantemente de lo que piensa su grupo de referencia, es necesario que los padres conozcan quien compone ese núcleo de tanta importancia para él.

La pérdida de comunicación con la familia y la actitud generadora de conflictos continuamente, puede aportar información, por supuesto no sólo del consumo de sustancias o adicciones sino de la existencia de alguna problemática en sí.

Prestar atención a la información por parte del colegio o instituto, el absentismo escolar, el descenso drástico en las calificaciones, el abandono de viejos amigos por grupos nuevos de los que no quiere hablar… Hoy en día las redes sociales están presentes continuamente si todavía se encuentran en una pre-adolescencia donde los padres puedan tener acceso a sus redes sociales observar si hay mensajes que encubran información referente a drogas ya sea de porros u alcohol que muchas veces se minimiza su importancia como droga.

En el aspecto físico indicadores claros son los ojos rojos de continuo, uñas y yemas de los dedos amarillentas, cefaleas o temblores, , deterioro de la higiene personal, tos persistente, frío continuo y trastornos del sueño.

En el ámbito familiar también pueden darse circunstancias llamativas como que falten objetos de cierto valor, que pida excesiva paga, que empiece a no respetar nunca los horarios o desaparición de medicamentos.

Si observa muchos de estas características intente potenciar la comunicación con su hijo y si existe la sospecha o la certeza de la existencia de un problema de adicciones a sustancias busque la ayuda de un psicólogo en Madrid, Barcelona, Sevillao en tu localidad, o de un psiquiatra, ya que hay muchos recursos a su alcance.

Categorías: Psicología
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Silvia Santana: