Planteo algunas preguntas sobre gestación subrogada, para las que no es frecuente ver respuestas en los distintos medios de comunicación:
Quién puede acceder a ser padre/madre por este medio, se supone que tiene una gran capacidad económica, para hacer frente a todo el proceso. ¿Qué pasará con las parejas o personas solas, con nivel social y económico bajo que deseen ser padres del genero que sea? ¿Nunca podrán ser padres o madres o algún estamento público se hará cargo?. ¿Cuánto tiempo pasará para que esto ocurra? ¿Qué desnivel económico social se está produciendo ya con todos los hijos nacidos en clases sociales altas?
¿Se tendrá en cuenta a la hora de regularizar la maternidad subrogada los casos orgánicos y reales, de parejas o personas que sufren alguna patología clara y precisa para poder engendrar hijos o estará abierta la posibilidad a toda persona que por tener una solvencia económica puede satisfacer sus deseo de maternidad o paternidad?
Cualquier persona con capacidad económica que desee ser padre/madre, ¿puede tener acceso a ello? ¿Da igual la edad de los futuros padres o madres, sean pareja o familias monoparentales, si tienen o no apoyo afectivo, no sólo económico y red social adecuada para hacerse cargo del menor o los menores ante cualquier circunstancia desfavorable?
¿Habrá registros oficiales que garanticen las veces que una mujer puede donar o alquilar su cuerpo para ser gestora de la maternidad/paternidad de otros?, ¿o estaremos como con la donación de gametos, óvulos o esperma, que no hay un solo registro oficial que nos diga cuántos hijos hay nacidos del mismo óvulo o esperma?
¿Cómo se valorará la capacidad psíquica de la persona que se ofrece como gestora de la maternidad/paternidad de un hijo de otros y para otros? ¿Habrá protocolos oficiales y riguroso control médico para evitar problemas posteriores en el momento de la entrega de los menores nacidos y a largo plazo?
Las personas que sean padres/madres por este sistema, cuando se regule, ¿se les supone sanos mentalmente y con capacidad para cuidar de un futuro hijo e informarle, cuando el menor esté preparado, de su historia como hijo?
Y mil preguntas más, sin entrar en que pensarán y sentirán los menores nacidos por estos medios, tan actuales y con tanta despreocupación por parte los organismos competentes y de algunos padres, que satisfacen más sus deseos personales que los de sus futuros hijos. No todo se puede tener aunque se compre. Reflexionemos sobre el otro, el hijo en este caso.
María José García Rodríguez, psicóloga en Masquemedicos