Comer los alimentos adecuados tras la cirugía puede ayudar a acelerar el proceso de curación y atenuar los efectos de la intervención quirúrgica: hinchazones, hematomas… Ciertos alimentos también pueden ser muy útiles para minimizar el malestar digestivo y el estreñimiento que provocan los antibióticos recetados para combatir el dolor. Además, una alimentación adecuada proporciona al organismo la energía necesaria para volver a la rutina normal con rapidez.
¿Cuáles son los alimentos más recomendables tras una cirugía?
Proteína magra
El colágeno, que es la proteína más abundante del cuerpo humano, juega un papel importante en la cicatrización. La ingesta habitual de proteínas es de 0,8 gramos por kilogramo de peso corporal. Pero, tras la cirugía, las demandas de proteínas son mucho mayores, especialmente si hay que curar incisiones de gran tamaño. Por ello, se recomienda una ingesta de 1.5 a 2 gramos de proteína por kilogramo. Hay que tener claro que la proteína no se obtiene exclusivamente de la carne roja; los huevos, el pescado, el pavo, las legumbres… son excelentes fuentes de proteínas.
Fibra
Los medicamentos recetados para combatir el dolor, la alteración de la dieta, la deshidratación, el estrés y la reducción de la actividad física tras la cirugía pueden provocar desequilibrios en el sistema digestivo. Además de beber mucha agua, se recomienda comer diariamente alimentos ricos en fibra como ciruelas, legumbres, manzanas, peras, harina de avena…
Verduras crucíferas
Contar con un sistema inmunológico robusto ayuda a que el propio cuerpo evite las infecciones tras la cirugía. Las verduras crucíferas como el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, la coliflor o las verduras de hoja verde contienen fitonutrientes que mejoran la salud inmunológica. Ninguna vitamina o suplemento añadido a la comida puede reemplazar a los fitonutrientes. Además, estos alimentos contienen nutrientes organosulfúricos que evitan que se produzcan cambios anormales en las células que pueden causar cáncer.
Productos antiinflamatorios
Se recomienda utilizar sal, hierbas antiinflamatorias y especias para sazonar. El jengibre, la cúrcuma, la pimienta, el ajo o la cebolla cuentan con propiedades antiinflamatorias.
Frutas de colores intensos
El estrés de la cirugía unido a los medicamentos que se usan durante el procedimiento, genera un aumento de la producción de radicales libres y de la oxidación. El cuerpo demanda una mayor dosis de antioxidantes para reducir o eliminar estas moléculas dañinas; por ello, se recomienda el consumo de frutas de colores intensos como arándanos, fresas, frambuesas, moras, cerezas y granadas. Estas frutas contienen antocianidinas, compuestos que no solo mejoran los efectos de la vitamina C, sino que funcionan comopotentes antioxidantes frente al estrés oxidativo celular, además de proporcionar una acción antiinflamatoria suave.
Nueces y semillas
Las nueces, las semillas de calabaza, el sésamo… son una excelente fuente de zinc. El zinc es necesario para el funcionamiento del sistema inmune y para la síntesis de proteínas y el crecimiento celular, que ayuda a la cicatrización de las heridas. Las ostras y las carnes rojas, especialmente la carne de res, el cordero y el hígado, son algunos alimentos que cuentan con importantes concentraciones de zinc.
Pimientos y frutas cítricas
La vitamina C participa en la formación del colágeno y favorece la resistencia a infecciones, contribuyendo a la cicatrización de heridas, fracturas, hemorragias… El estrés agota las reservas de vitamina C por lo que se recomienda consumir más después de la cirugía. Los pimientos son una excelente fuente de vitamina C, también la col rizada, los cítricos, el kiwi y el brócoli.
Piña y papaya
La piña y la papaya contienen enzimas proteasas que el cuerpo utiliza para descomponer y digerir las proteínas. Como resultado, estas enzimas (bromelina y papaína) ayudan a reducir la hinchazón y la inflamación.
Hidratarse correctamente
Además de seguir una dieta adecuada es fundamental hidratarse correctamente para mejorar el proceso de curación, así como para ayudar al cuerpo a absorber los medicamentos. El paciente debe beber, al menos, ocho vasos de agua diarios tras la cirugía para mantenerse hidratado.
Dr. Julio Terrén: especialista en Cirugía de Senos
Dr. Julio Terrén en Masquemedicos