Aumento de pecho: motivaciones correctas y beneficios físicos y psicológicos

Las personas están cada vez más preocupadas por su apariencia física y buscan, en la medida de lo posible, conseguir mejoras estéticas. Querer hacer cambios físicos en el cuerpo es algo común y saludable. 

Este impulso es, a menudo, lo que nos motiva a comer más sano, practicar ejercicio y, en definitiva, ser más activos y llevar una vida más saludable. Pero no siempre se consiguen los resultados deseados; ahí es donde entra en juego la cirugía plástica, estética y reparadora.

La mayoría de los estudios realizados concluyen que las personas generalmente están contentas con el resultado de sus procedimientos estéticos. 

Los procedimientos más extensos, es decir, los que producen un cambio más brusco y permanente en la apariencia (rinoplastia, operaciones de pecho…) requieren de un mayor “trabajo” psicológico por parte del paciente que los procedimientos “reparadores” (estiramiento facial, rellenos dérmicos…), cuyos resultados suelen ser temporales.

Algunas personas nunca están satisfechas con sus intervenciones estéticas, a pesar de los buenos resultados del procedimiento. Muchas de ellas pueden sufrir de un trastorno psiquiátrico conocido como “trastorno dismórfico corporal”.

El aumento de pecho… ¿tiene beneficios psicológicos?

Sentirse continuamente molesto por no verse de cierta manera puede ser extenuante psicológicamente. La insatisfacción con el pecho puede ser muy frustrante, ya que no existen ni dietas ni ejercicios físicos que puedan agregar volumen o mejorar el escote.  

El aumento de pecho puede transformar la figura, proporcionando unos senos más llenos y simétricos; pero es importante tener expectativas realistas antes del procedimiento. Los pacientes que tienen expectativas poco realistas tienen más probabilidades de sentirse insatisfechos con los procedimientos cosméticos.

Es fundamental contar con expectativas realistas tanto en el plano físico como en el psicológico. Encontrar la paz, la confianza en uno mismo y la autoaceptación requiere un trabajo interno adicional a la intervención de aumento de senos. 

Como hemos comentado anteriormente, la mayoría de las pacientes experimentan importantes beneficios físicos y psicológicos tras la cirugía de aumento de senos; ahora bien, la paciente debe tener en cuenta que su nueva apariencia no va a eliminar todas sus inseguridades y/o problemas emocionales, tampoco debe usarse la cirugía para reparar y/o mejorar relaciones personales. Hay lugares donde el bisturí no puede llegar. 

Es importante que el procedimiento se realice por las razones correctas. Nunca hay que intervenirse para hacer feliz a otra persona, ni para lograr un ideal de belleza impuesto por la sociedad.

Según varios estudios, el aumento de senos tiene un impacto significativo en cómo una mujer se siente consigo misma, lo que mejora su calidad de vida. Más del 90% de las pacientes que se someten a un aumento de pecho reconocen una mejora considerable en su autoimagen. Y es que, cuando amas tu apariencia, el mundo parece un lugar mejor. 

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Dr. Julio Puig en Masquemedicos

Dr. Julio Puig: