El autocuidado revierte en nuestro bienestar emocional en diferentes niveles. Influye cómo yo me hablo, mi grado de comprensión conmigo mismo, cómo cuido mi mente, mi espíritu y también cómo cuido mi cuerpo. Y es que nuestro aspecto y estado de ánimo se retroalimentan. Nuestra expresión es el reflejo de cómo nos encontramos, cuando nos vemos mal en el espejo suele deberse a que no hemos descansado bien o estamos preocupados, y esta imagen propia afecta el estado de ánimo.
Además, cómo percibimos nuestro aspecto físico puede tener consecuencias sobre nuestra salud mental. Influye hasta el punto que podemos llegar a padecer dismorfofobia, es decir, tener una idea distorsionada de nuestro cuerpo, no correspondiendo nuestra preocupación con una justificación objetiva. Esta percepción nos lleva a preocuparnos por nuestra imagen y a desarrollar emociones negativas de angustia, que pueden generan conductas obsesivas relacionadas con el cuerpo.
El autocuidado personal en lo físico y estético nos puede hacer sentir mejor. Pero siempre lo tendremos que complementar con un autocuidado mental, emocional y espiritual.
Cada persona tiene que encontrar su bienestar emocional y estético. Aquí te dejamos algunas claves.
Un momento y un lugar para cuidarte
Para realizar tu ritual de bienestar y belleza elige un lugar cómodo y tranquilo, y un momento del día en el que puedas dedicarte completamente a ti. El instante en que te hayas desocupado de tus obligaciones laborales y familiares, puede ser el óptimo.
Es importante crear un hábito, ya que no solo mejorarás el aspecto de tu piel, sino que la autodisciplina ayuda al empoderamiento proporcionando bienestar psicológico. Es recomendable mantener la rutina aunque no apetezca.
La alimentación sana y que se ajuste a nuestras circunstancias también es muy importante, así como el ejercicio físico.
No te obsesiones
Es importante que mantengas expectativas realistas sobre los resultados que lograrás con los diferentes productos que utilices, o con tu nueva rutina alimentaria. Recuerda que no estás realizando un tratamiento de medicina o cirugía estética.
Si mantenemos expectativas realistas, el verlas cumplidas nos generará relajación.
El maquillaje mejora el aspecto físico, también la alimentación sana o el ejercicio físico. El cambio que se logra es notable, y al vernos mejor nos sentimos mejor y eso lo exteriorizamos con nuestra actitud hacia los demás. Sin embargo, es importante no generar ansiedad alrededor de estos hábitos. Si nos sentimos inseguras, es importante trabajar también la autoestima.
El autocuidado produce bienestar emocional, nos vemos mejor, nos sentimos mejor, nos tratamos mejor. Siempre que no lo convirtamos en una obsesión y en una manera de paliar problemas de autoestima que deben ser resueltos de la mano de un profesional de la psicología, los cuidados estéticos pueden ser muy beneficiosos para nuestra salud mental.
Clínicas Origen, especialistas en Psicología y Psiquiatría
Clínicas Origen en Masquemedicos
Ver comentarios (1)
Un gran artículo. Como bien comentas, el alcanzar un buen estado emocional se puede obtener a través del cuidado físico, pero siempre hay que tener cuidado y dentro de unos límites. La obsesión en con el autocuidado puede derivar en un malestar emocional, causando esto problemas de salud, es por ello que, si, hay que quererse y cuidarse, pero aceptarse y saber nuestros límites siempre será la clave. Muchas gracias por hacer artículos como este! Saludos! :)