Que una mujer conozca a su propio seno, que este no le resulte extraño ni preocupante, ayuda a mejorar su calidad de vida y permite que no solo se quiera y cuide a sí misma, sino que pueda hacerlo con una parte tan vital para su identidad como mujer.
Aunque en ningún caso se ha demostrado que la autoexploración pueda sustituir a la mamografía, sí es una herramienta que bien utilizada permite diagnosticar problemas en mujeres fuera de las edades de cribado (en las que el riesgo puede ser menor, pero existe) y que puede evitar sustos innecesarios.
Cuando a las mujeres les recomendamos que realicen la autoexploración, únicamente les pedimos que conozcan su seno y que, en caso de notar algún cambio, consulten al médico, con la tranquilidad de que, en la mayoría de los casos, sobre todo si aún tiene la menstruación, se va a tratar de patologías benignas.
La detección precoz permite no solo curar a más pacientes, sino hacerlo con tratamientos más conservadores. Cuanto más pequeño es el tumor, menor el riesgo de mastectomía y vaciamiento axilar.
Otros conceptos que ayudarán a conseguir el bienestar de sus mamas son: conocer la talla de sujetador adecuada a su mama (el concepto talla/copa), ya que un sujetador adecuado (que se adapte bien al pecho y lo sujete con firmeza pero sin oprimirlo) puede mejorar el dolor mamario en muchas mujeres; saber que los aros no causan cáncer, pero si se clavan pueden dar lugar a molestias, zonas duras e incluso heridas, así como utilizar un sujetador deportivo para realizar actividad física.
La autoexploración se basa en tres pilares: cómo, cuándo y qué buscar.
¿Cómo realizar la autoexploración de mama?
El mejor método para explorar el seno es acostada, con la mano del lado que queremos explorar situada detrás de la cabeza, y palparlo con la yema de los dedos, presionando contra las costillas, siguiendo un orden para no dejarnos ninguna zona, incluyendo la axila, la areola y el pezón. No se debe pellizcar el tejido, pues esta maniobra puede dar lugar a que se palpen lesiones inexistentes o a que algo palpable pase desapercibido.
¿Cuándo realizar la autoexploración de pecho?
Si aún tiene la regla, o si los ovarios aún funcionan pero al no tener útero, la regla no está presente, el momento óptimo es unos días después de su inicio. Es entonces cuando el seno está en reposo, no se encuentra hinchado por el efecto de las hormonas y por lo tanto no puede generar alarmas innecesarias. Es más, si una mujer nota un bulto en el pecho antes de la regla, de entrada no debe alarmarse, y es recomendable esperar unos días a que el seno se deshinche para volver a buscarlo y solo si aún lo nota, acudir al médico.
Esta sencilla maniobra ahorra muchos sustos innecesarios.
Si la mujer ya no tiene la menstruación es recomendable realizar esta maniobra cada uno o dos meses.
¿Qué buscar en una autoexploración de mama?
Como decíamos antes, a la mujer le pedimos que se acostumbre a su seno. El pecho no es una estructura vacía, en su interior hay grasa y tejido mamario, “glándula”, dependiendo de su consistencia y de sus proporciones relativas notaremos diferentes texturas en el pecho. Como además no somos seres simétricos esta distribución varía según distintas zonas del pecho y no es igual en los dos lados. Suele notarse más consistencia en la porción superior y externa (hacia la axila). Además, en ello influyen la edad, la genética, la cantidad de grasa corporal, si se han tenido embarazos y alguna lactancia.
Por lo tanto, lo que pedimos es que se palpe el seno, que note lo que hay, y que se acostumbre a ello. El hecho de que cada vez que palpa el seno percibe lo mismo debe tranquilizarla. Si en algún momento nota que aparece alguna novedad, es el momento de consultar al médico. Probablemente no será nada y se quedará más tranquila, y si finalmente se le diagnostica un problema este habrá sido identificado y se tratará adecuadamente.
Recomendaciones:
- Visite a su médico anualmente para que la explore. El médico le indicará si por su edad y antecedentes es recomendable realizar mamografías o cualquier otra exploración.
- Realice la exploración de su pecho una vez al mes, y en caso de notar novedades consulte con el especialista.
- Conozca la figura del senólogo. El senólogo es un médico especializado en dar atención tanto al pecho normal, como al enfermo. Contar con un especialista de estas características redunda en la mejor atención posible a los problemas de la mama, sin menoscabar la profesionalidad o valía de otros especialistas que se dedican de una manera parcial a los problemas del pecho.
Alberto Sacristán Rubio. médico de familia y fundador de SportSalud
Alberto Sacristán Rubio en Masquemedicos