Este viernes de cine os dejo una de las series que acabo de finalizar, y que ya me ha dejado totalmente convencida del cambio de guion que se ha estado labrando estos últimos años en lo que respecta a las series destinadas a las plataformas de streaming, y la apuesta por profundizar en aspectos psicológicos desde un punto menos banal.
Big Little Lies no es un remake de la conocida serie Mujeres Desesperadas, esta serie producida por algunas de las actrices protagonistas como Nicole kidman y Resse Wintherspoon, nos deja un retrato de mayor trasfondo que la anterior sobre temas como la violencia machista, las consecuencias de la intervención de los padres en el entorno escolar de los menores, un análisis sobre los matrimonios que siguen teniendo contactos con sus ex por los hijos que tienen en común o la visión sobre la terapia psicológica en pareja.
Violencia de género en Big Little Lies
En lo referente a la violencia de género me parece una serie interesante, porque se salta directamente los perfiles que parecen tener más etiquetas de desarrollar violencia dentro del hogar como son las zonas menos desarrolladas de las ciudades, las familias desestructuradas, parejas con problemáticas de adicciones o alcoholismo, entornos que suelen ser recursos más utilizados por el ámbito cinematográfico.
Vemos a Celeste y a Perry y antes de entrar en su hogar nos parece que no se puede tener una vida más deseada. Celeste es inteligente, con formación, comunicativa, exitosa socialmente, rica, bella, con tiempo y todo tipo de lujos a su alrededor y Perry es joven, guapo, familiar, rico, trabajador, culto, educado, sociable y con motivación sexual por su mujer. ¿Qué sucede entonces? En la intimidad descubriremos a un Perry inseguro, con estallidos de violencia, que no sabe manejar la frustración y se convierte en la cárcel de Celeste.
Visualizaremos la espiral del maltrato. Luna de miel, tensión en el hogar, agresión, arrepentimiento y vuelta a empezar. ¿Llegará Celeste a darse cuenta de que es una víctima? El director y los guionistas dejan una cosa clara, el único responsable de la violencia es el maltratador, nunca Celeste.
En otra de las historias que se entrecruzan en la serie una chica llega nueva a Monterrey con su hijo Ziggy, y ya en la primera clase una niña le acusa de haberle hecho daño. La madre de esta niña, Renata, es una mujer influyente y veremos cómo se desatan dinámicas entorno a este tema que nos llevaran a pensar como gestionamos los adultos los conflictos de nuestros hijos.
No quiero haceros más spoiler, si queréis disfrutar de una buena trama, encontrar más secretos que no he mencionado y ver un buen guion no dudeís esta noche en tocar la puerta de HBO.
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