El cáncer de piel se caracteriza por la formación de células cancerosas en la piel, más comúnmente en zonas como cara, manos, cuello o brazos, que sufren una mayor exposición a los rayos del sol. Las funciones de la piel son diversas, desde la protección frente a la luz del sol, del calor, o de las infecciones, hasta su apoyo en el almacenaje de agua, o de vitamina D, también contribuyendo a que la temperatura corporal sea la idónea.
El cáncer de piel puede ser no melanoma, como el carcinoma basocelular o carcinoma escamocelular, menos dañinos y el melanoma, menos frecuente, pero maligno y que fácilmente se puede diseminar, invadiendo otras partes del organismo.
Las cifras de cáncer de piel en España siguen aumentando, según datos de la AEDV, Academia Española de Dermatología y Venereología, si bien se han estabilizados las muerte por melanoma, lo que significa que hemos avanzado en prevención secundaria, es decir, que se acude más al dermatólogo ante presencia de manchas en la piel “sospechosas”, pero se sigue minusvalorando el impacto negativo del sol, sobre nuestra piel.
Día Europeo de Prevención del Cáncer de Piel
En el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, hay que apostar por la protección y por la prevención. Es fundamental la concienciación de la población de que el sol no es beneficioso para la salud, si se abusa de él, ya que puede provocar quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel e incluso cáncer de piel. Australia es un ejemplo en sus campañas de concienciación a la población. Algunas recomendaciones serían:
- Evitar la exposición a los rayos solares, sobretodo en las horas del mediodía, entre las 11.00 y las 16.00 hras.
- Utilizar protectores solares, adecuados a la característica de nuestra piel.
- Utilizar gafas de sol, para proteger los ojos, prendas de manga larga, aunque ligeras, gorras o sombreros
Si no aumenta nuestra conciencia al respecto, en España los casos de cáncer de piel se duplicarán en las próximas décadas.