Cáncer y sentimientos positivos: Otra forma de enfrentar la enfermedad.

Como ya habréis podido observar en las redes y revistas hay infinidad de artículos sobre cómo detectar el cáncer, dónde acudir, qué tratamientos hay, etc.

Por esto mi post va dirigido a la persona , a sus cuidados personales, emocionales y familiares.

¿Qué es lo que pasa en ti cuando descubres que tiene un cáncer?

Un diagnóstico de cáncer supone un fuerte impacto a nivel emocional tanto para los pacientes como para sus familiares. Aparecen muchas emociones como miedo, incertidumbre, incredulidad, rabia o tristeza, y todas  forman parte del proceso emocional y van cambiando su intensidad a lo largo de la enfermedad.

Estos sentimientos pueden cambiar a diario, cada hora o incluso cada minuto.
Todos estos sentimientos son normales: miedo, negación, enfado, agobio, preocupación, esperanza, ansiedad y estrés , tristeza culpa , soledad y gratitud.

“Cuando la intensidad de las emociones es excesiva y produce un gran malestar o  sufrimiento en el paciente y familiar, es conveniente la intervención profesional”.

De todas estas emociones, me gustaría destacar la esperanza y la gratitud, ya que creo que en todo este proceso apenas se habla de ellas, siempre se hace hincapié en todo lo negativo de esta enfermedad, pasando por alto otros aspectos que nos pueden ayudar a llevar mejor este proceso  y a abrirnos nuevas posibilidades .

Esperanza:

Muchas personas diagnosticadas de cáncer, a menudo sienten esperanza y tienen motivos , ya que millones de personas que han tenido cáncer siguen vivas. Sus posibilidades de vivir con cáncer —y de sobrevivir al cáncer— son mejores ahora que antes. Y las personas con cáncer pueden llevar vidas activas, aun durante el tratamiento.

Algunos oncólogos y psicólogos creen que la esperanza puede ayudar al cuerpo a superar el cáncer. De modo que, los científicos están estudiando si un pronóstico optimista y una actitud positiva ayuda a que las personas se sientan mejor.

Gratitud

Algunas personas ven su cáncer como una ‘llamada de atención’. Se dan cuenta de la importancia de disfrutar las cosas pequeñas de la vida. Van a lugares donde nunca han estado. Terminan proyectos que habían empezado pero dejaron de lado. Pasan más tiempo con los amigos y la familia. Reanudan las amistades rotas.

Puede ser difícil al principio, pero también puede haber alegría en tu vida si tienes cáncer. Pon atención a las cosas que haces cada día y que te hacen sonreír. Pueden ser tan sencillas como tomar una buena taza de café o hablar con un amigo.

Gratitud además porque nos da la oportunidad de aprender a cuidarnos a nosotros mismos, de querernos a nosotros mismos.

Mucha gente hasta el momento del diagnóstico,  pasa su vida corriendo de un lado a otro, pendiente de los que le rodean , padres, hijos, pareja… sin pararse un segundo para dedicárselo a ellos mismos, saben lo que pasa a todos los de su entorno pero, de ellos mismos se olvidan. Es este momento el que les hace caer en la cuenta de que ellos también existen  y que tienen necesidades.  Es el momento de:

  • Reorganizar nuestras prioridades, valorar qué es lo realmente importante en nuestra vida, ¿Qué es lo que queremos tener en nuestra vida?.
  • Aprender a pedir ayuda, y  no sentirse mal por ello. Aprender a estar a gusto recibiendo cuidado, no es malo que nos cuiden. Al revés, si dejamos que nos cuiden en estos momentos difíciles, estaremos mas tranquilas y podremos afrontar la enfermedad de otra manera. No somos más débiles por dejar que nos cuiden.
  • Aprender a decir no. Hoy día hay miles de personas que no disfrutan de su vida por no saber decir no, no a sus hijos que les piden que hagan miles de cosas, no a sus parejas, no a sus jefes. Es el momento de decir no, si te sientes cansada, si no crees que puedas hacerlo o simplemente si no te apetece lo que te piden o proponen.
  • Tomarnos un tiempo para nosotros mismos. Dedicarnos a nosotros, a cuidarnos, tanto internamente como externamente.
  • Expresar nuestros sentimientos. Cuando expresamos sentimientos , estamos mas cerca de liberarnos de ellos. Algunas personas ordenan sus sentimientos hablando con amigos o familiares, otros supervivientes de cáncer, un grupo de apoyo, un consejero o anotándolos.
  • Buscar lo positivo.  Tratar de usar nuestra energía para enfocarnos en el bienestar y en lo que podemos hacer para mantenernos lo más saludable posible.
  • No culparnos por el cáncer. Algunas personas creen que tienen cáncer como resultado de algo que hicieron o que no hicieron.  Recuerda: Cualquier persona puede tener cáncer.
  • No tratar de estar con entusiasmo si no lo sientes. Muchas personas dicen que en ocasiones quieren tener la libertad de rendirse ante sus sentimientos. Permítete rendirte a ellos, y tomarte el tiempo necesario para descansar. No tienes que demostrar nada a nadie.
  • Encontrar formas que te ayuden a relajarte. Cualquiera que sea la actividad que te ayude a relajarte, debes tomarte un tiempo para hacerla. La meditación, la visualización guiada y los ejercicios de relajación son sólo algunas maneras que han mostrado ser beneficiosas para otras personas.
  • Estar lo más activo que puedas.  Sigue planificando tus días como has hecho siempre. Salir de la casa y hacer algo puede ayudarte a enfocarte en otras cosas además del cáncer y de las preocupaciones que esta situación conlleva. El ejercicio o el yoga suave y los estiramientos también pueden ayudarte. No limites lo que te gusta hacer solo porque tienes cáncer.
  • Buscar  cosas las que disfrutar. Pueden ser pasatiempos como la carpintería, la fotografía, la lectura o las manualidades. Cualquier actividad con la que disfrutes es buena.

Espero que este artículo pueda ayudaros a ver la vida de otro color , disfrutando de lo bueno de cada momento.

Mónica Matamoros en Masquemedicos

Categorías: Psicología
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