Los medios de comunicación de masas, los anuncios de televisión, las películas… suelen mostrar ideales de belleza prácticamente inalcanzables para la mayoría de las personas. Numerosos estudios realizados en los últimos años demuestran como esta influencia negativa genera problemas relacionados con la propia imagen corporal y la autoestima, que pueden derivar en problemas psicológicos graves y trastornos alimenticios.
Este problema se ha agravado con el desarrollo de redes sociales como Twitter y, en mayor medida, Instagram. En ellas, las celebridades lucen sus esbeltas figuras aumentando la presión social sobre un estándar determinado de belleza; una moda peligrosa que puede causar mucho daño, especialmente a los más jóvenes.
Los alardes de delgadez extrema, las curvas imposibles, los consejos estéticos y alimenticios sin ningún tipo de respaldo médico forman parte del día a día de estos medios sociales. Parece que todo vale a la hora de buscar un reconocimiento social a través de las redes; es como si las personas buscasen la felicidad a través de los “me gusta” que reciben las imágenes que postean, sin darse cuenta del peligro social de sus acciones.
El mayor problema radica en que los “imitadores” no se dan cuenta de que esos cuerpos suelen ser inalcanzables para el resto de los mortales. Tampoco reparan en que la mayoría de esas imágenes son tan perfectas como irreales. Siempre muestran la mejor cara, la mejor perspectiva; como si viviesen en un estado de felicidad permanente. Las celebridades buscan la instantánea perfecta, incluso perfeccionan sus cuerpos eliminando los defectos a través de programas de edición de imagen.
Uno de los mayores problemas de los medios de comunicación es la falta de diversidad que se observa. Por poner un ejemplo, las revistas de moda emplean modelos que rozan lo patológico, y que pueden generar en personas inmaduras la sensación de desprecio por su propio cuerpo, además de aumentar la inseguridad en uno mismo. Los medios de comunicación tratan de vendernos que gracias al físico se pueden conseguir ventajas tanto sociales como laborales, mientras que las personas alejadas de los estándares marcados son gente más infeliz, perezosa…
La solución: enseñar y aprender a diferenciarse
Gina Rodríguez, actriz estadounidense de padres puertorriqueños, confesó en una entrevista que aprendió a acepta su propia imagen corporal gracias a los consejos de su padre: “él nos preparó para poder mirar las vallas publicitarias y revistas y decir, éste no es el único tipo de cuerpo que es hermoso. Nos animó a encontrar nuestra propia belleza”.
En los últimos tiempos se ha impulsado un estándar de belleza más diverso, tanto en la imagen corporal como en la diversidad étnica. Muchas marcas apuestan por el “positivismo corporal”, por mostrar todo tipo de belleza, todo tipo de formas, todos los tamaños, todos los tonos de piel… para que todas las personas puedan sentirse representadas.
Es importante aceptar que la belleza radica en es ser tú mismo y aceptarte tal y como eres. Por eso es importante preguntarse: ¿Tiene sentido poner en riesgo mi salud por seguir un canon de belleza?
Dr.Julio terrén: Especialista en cirugía de senos
Dr. Julio Terrén en Masquemedicos
Ver comentarios (1)
Cualquier trabajo implica sufrimiento, y en ese sufrimiento, pérdida de salud, a igual que en una fábrica un obrero intercambia en salud y felicidad por dinero, una modelo lo hace en su vida con su dieta para obnubilados con su belleza en la pasarela y publicitarse para conseguir dinero. Como en toda profesión que lleve el cuerpo al extremo, no es sano, no es sano correr el tour de Francia a igual que no es sana la anorexia, pero otorga la máxima belleza, una belleza profesional que las permite vivir como princesas y escalar por un atajo a lo más alto de la sociedad