Cuando una persona es emocionalmente dependiente, siente que no puede vivir sin la otra persona, tiene una gran falta de seguridad en sí mismo y la busca en el otro. La raíz de la dependencia emocional suele estar en un cúmulo de necesidades emocionales insatisfechas, que buscan cubrir a través de una relación de dependencia afectiva.
Una persona emocionalmente dependiente, pone a su pareja por encima de todo, incluso de sí mismos. Además del apego emocional, quienes tienen este tipo de dependencia, manifiestan otros patrones de conducta en sus relaciones personales.
¿Cómo es una persona emocionalmente dependiente?
- Manifiesta una baja autoestima y sentimientos de inferioridad.
Los dependientes emocionales tienen un concepto muy pobre de sí mismos y, además, se culpan de todo lo malo que sucede en la relación. La baja autoestima es un rasgo característico de las personas que sufren dependencia emocional.
Por esta baja autoestima, es normal que se refugien en la protección de otra persona.
- Miedo a la soledad y ser rechazados
Tal como hemos indicado, las personas con dependencia emocional tienen una baja autoestima, y no es raro que alguien con este problema no soporte estar solo, consigo mismo, porque esto supone estar con alguien que no soporta.
Por ejemplo, pasar toda una tarde en casa solos, o pensar que no tienen plan para el fin de semana, son cosas que los emocionalmente dependientes no pueden soportar, por lo que enseguida buscan algún plan.
Cuando están en una relación, se someten de tal manera a su pareja, que consideran que la relación es el centro de su vida, y sienten terror ante la idea de que se pueda terminar. Se consideran emocionalmente incapaces de romper una relación.
- Idealiza a la pareja
Sobrevaloran a su pareja, la idealizan y la consideran importante, desde una perspectiva que no es objetiva ni racional. Tienden a distorsionar, los méritos, capacidades y virtudes de su pareja, viéndoles siempre como el/la más guapo/a o el/la mejor en su trabajo.
Llegan incluso a ver a su pareja como un ejemplo a seguir.
- Lo primero es la pareja
Para las personas con dependencia emocional, su pareja siempre está por encima del resto de personas y necesidades. Cuando las obligaciones diarias les separan, utilizan las nuevas tecnologías -móvil e internet- para mantenerse unidos a la pareja. Se convierten en la única forma para permanecer en contacto, y así satisfacer sus necesidades afectivas.
Con el tiempo abandonan sus aficiones y su vida social, para pasar el mayor tiempo posible con su pareja.
- Síndrome de abstinencia después de las rupturas de pareja
El golpe emocional y psicológico, después del fin de una relación, es muy grande, y no sólo se sienten profundamente tristes, sino que sufren síntomas propios del síndrome de abstinencia, tales como: sensaciones de ansiedad intensa que se traducen en molestias físicas, y pensamientos constantes sobre la falta de sentido que tiene su vida sin su pareja.
Ante estos síntomas es conveniente acudir a un profesional de la psicología, quien podrá determinar la raíz del problema y establecer la terapia adecuada en cada caso.
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