Uno de los hábitos que con mayor frecuencia encontramos en los niños es que se chupan el dedo, generalmente el pulgar, en ocasiones hasta edades avanzadas. Este hábito generalmente desaparece en los primeros años de desarrollo sin ocasionar ningún problema en la dentición.
Es importante que los padres vigilen que este hábito acaba desapareciendo ya que si no es así puede producir problemas en la dentición y en el desarrollo de los huesos maxilares.
Los niños en crecimiento tienen unos huesos que pueden modificar su forma si se ejerce sobre ellos fuerzas continuas y constantes como las que se producen con el hábito de succión del dedo.
Principalmente, los problemas más habituales que podemos encontrar son:
- Falta de desarrollo del paladar, ocasionando un paladar estrecho
- Empuje de los dientes superiores hacia delante
- Apiñamiento en los dientes inferiores
Consideramos que hasta la edad de 3-4 años los problemas derivados de la succión digital revierten espontáneamente si dejan de chuparse el dedo. Por el contrario, si el hábito persiste hasta edades más avanzadas pueden ocasionarse problemas que requieran un tratamiento correctivo.
Es por ello que animamos a los padres a que vigilen y controlen la presencia de hábitos en sus niños y que no olviden que le prevención es lo primero para evitar futuros problemas.