Cirugía refractiva para astigmatismo: ¿vale la pena?

La cirugía refractiva para el astigmatismo es un procedimiento quirúrgico destinado a corregir un defecto en la curvatura de la córnea que causa visión borrosa o distorsionada. El astigmatismo ocurre cuando la córnea tiene una forma ovalada en lugar de esférica, lo que provoca que los rayos de luz se enfoquen en múltiples puntos de la retina en lugar de en uno solo. 

Se trata de un problema visual muy común que afecta a alrededor del 25% de la población, tanto niños como adultos. De hecho, si incluimos a personas con graduaciones bajas (menos de 0,5 dioptrías), hasta el 60% de la población podría tener astigmatismo. Lo habitual es que se mantenga estable con el tiempo y no cambie el número de dioptrías. Por eso, si aparece de repente o empeora, es importante consultar a un oftalmólogo, ya que entonces podría ser una señal de alarma de otras enfermedades como el queratocono.

Una vez confirmado un buen estado de salud ocular, las personas con astigmatismo pueden plantearse la cirugía refractiva para dejar de depender de las gafas o lentes de contacto en su día a día. Actualmente existen múltiples técnicas quirúrgicas que se pueden clasificar en dos grandes grupos: la cirugía refractiva láser y la cirugía refractiva con lentes intraoculares. En ambos casos, la operación permite corregir tanto el astigmatismo como otros defectos refractivos asociados (miopía o mala visión de lejos e hipermetropía o mala visión de cerca). 

Cirugía refractiva láser para astigmatismo

La cirugía refractiva láser es una opción muy rápida, segura y eficaz siempre y cuando parta de un estudio diagnóstico completo, que permita conocer a la perfección las características del ojo de cada paciente y sus necesidades, para realizar una buena indicación quirúrgica. A partir de aquí, el oftalmólogo puede recomendar distintos procedimientos: 

  1. LASIK (Laser-Assisted in Situ Keratomileusis):
    Es el tipo de cirugía refractiva láser más común. Implica la creación de un colgajo delgado en la córnea con un microqueratomo o un láser femtosegundo. Luego, un láser excimer remodela la córnea para corregir el error refractivo. Después de la remodelación, el colgajo se vuelve a colocar. La recuperación es rápida, el dolor postoperatorio es mínimo y la corrección de la visión es precisa.
  2. PRK (Photorefractive Keratectomy):
    Similar a LASIK, pero, en lugar de crear un colgajo, se elimina la capa externa de la córnea (epitelio) y luego se usa un láser excimer para remodelar la córnea. Es una técnica superficial, que no requiere entrar en el interior del ojo y que evita la creación de un colgajo. La capa epitelial se regenera con el tiempo, aunque la recuperación es un poco más lenta y molesta.
  3. SMILE (Small Incision Lenticule Extraction):
    Es una de las técnicas más innovadoras, que se realiza en las clínicas oftalmológicas más avanzadas. Consiste en usar un láser de femtosegundo para crear un lentículo (pequeño disco de tejido)  dentro de la córnea y, así, modificar la curvatura corneal. Este lentículo se extrae a través de una pequeña micrincisión, de modo que no se requiere crear ningún colgajo y, por tanto, hay menor riesgo de ojo seco y una recuperación más rápida.

Cirugía refractiva para astigmatismo con lentes intraoculares

La cirugía refractiva para astigmatismo con lentes intraoculares (LIO) es otra opción para corregir este defecto visual, que puede ser especialmente adecuada para personas que no son buenas candidatas para los procedimientos con láser como LASIK, PRK, o SMILE. Por ejemplo, pacientes con muchas dioptrías o con una córnea muy fina o irregular. 

Las lentes intraoculares son como lentes de contacto que se implantan en el ojo y permanecen fijas, sin que el paciente note nada. La calidad de visión que ofrecen es excelente y también se trata de una cirugía con resultados seguros y muy satisfactorios en manos de un buen profesional.

Cuando las lentes están diseñadas para corregir el astigmatismo se las conoce como lentes tóricas. A diferencia de las lentes intraoculares estándar que sólo corrigen la miopía o la hipermetropía, las lentes tóricas para el astigmatismo tienen diferentes potencias en su eje horizontal y vertical, lo que permite compensar la curvatura ovalada del globo ocular. Por eso, especialmente con este tipo de lentes, es fundamental que su colocación en el ojo sea muy precisa, algo que facilita la experiencia del cirujano y el uso de sofisticadas tecnologías en quirófano.  

Una consulta detallada con un oftalmólogo especializado en cirugía refractiva es esencial para evaluar la idoneidad del paciente para operarse y seleccionar el procedimiento más adecuado según su caso. Hoy en día, hay muchas alternativas frente al astigmatismo que deben personalizarse para corregirlo con las mejores garantías y así permitir evitar el uso de gafas o lentes de contacto, ganando comodidad y libertad en la vida cotidiana.

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