Sí, ya lo dijo Aristóteles en el año 384 antes de Cristo: “El ser humano es un ser social por naturaleza” y eso, lógicamente, tiene su efecto tanto en negativo: cuando hablamos de ese término de personas tóxicas que tanto se ha puesto de moda (y tan real), como en positivo: cuándo nos reunimos con personas con las que podemos ser nosotros mismos, compartir, aprender y potenciar todo lo bueno.
Y es que, muchas temáticas que nos importan se pueden trabajar desde el coaching individual y también desde el coaching grupal, sin embargo no sé si conoces las diferencias y lo que cada uno te puede aportar.
Coaching individual: confidencialidad
En el coaching individual se trabaja en absoluta confidencialidad (en cada reunión sólo están el coach y tú) la meta que se te hayas planteado conseguir (potenciar tu autoestima, cambiar de trabajo, superar una separación, montar una empresa, mejorar tus habilidades sociales, saber gestionar tu estrés, etc…) y se adapta cada paso hasta ésta meta a tu personalidad, medios y necesidades
Coaching grupal: compartimos
En el coaching grupal aprendemos y avanzamos compartiendo con otras personas que son muy afines a nosotros (ya que si están ahí es porque les interesa esa temática específica), normalmente son grupos con personas de la misma edad, gustos y situaciones, lo cual, aunque nos resta un poco de ese anonimato y atención personalizada que nos proporciona el coaching individual, nos permite aprender muchísimo de las experiencias y vivencias de esas personas.
Ejemplo práctico de coaching de grupo: Potenciar la autoestima
Para que todavía lo veas más claro te pongo un ejemplo, imagínate que estamos en una clase que se denomina “Potencia tu autoestima”, allí te encontrarás con un grupo reducido de participantes que están allí como tú, para encontrar herramientas con las que sentirse más fuertes emocionalmente, tras presentarte comenzará la formación más teórica que nos ayude a entender los mecanismos de nuestra mente para poder profundizar más y entender por qué nos sentimos o encontramos de una determinada manera.
Tras ésta parte más teórica, lo que nos permite la metodología coaching es tener herramientas muy sencillas para poder reflexionar en determinados momentos individualmente (hay cosas que deben ser exclusivamente para ti) y otros momentos en los que se trabajará en equipo y así poder ampliar un poco más nuestra visión y conseguir todavía más herramientas para conseguir el fin perseguido en cada formación, ya sea ésta mejorar nuestra gestión emocional, nuestra habilidades sociales, aprender a gestionarnos, saber cómo resolver una situación de mobbing, etc…
Esta formación o coaching grupal se cerrará con una reflexión y orientación que permitirá que cada persona pueda seguir desarrollándose en esta temática que le interesa. Además lo más habitual es que tras la formación, el grupo vaya junto a tomarse algo consolidando de esta manera esa parte más humana y gestando una nueva e importante amistad.
Si te apetece aprender a sentirte mejor, divirtiéndote y estableciendo nuevas amistades, ¡asiste a una sesión de coaching grupal!.