Como usuarios de las redes sociales todos sabemos que lo mejor es evitar opinar en temas polémicos para rebatir ideas contrarias. Ya sea que se hable sobre política, deporte, economía o incluso sobre la crónica rosa, pocas veces salimos contentos del debate iniciado.
En las redes sociales no se cambia de opinión, las personas parten de la base de que lo que ellos piensan es lo cierto y lo único que buscan en las redes sociales es reafirmar su creencia. Esto es lo que se llama rigidez cognitiva, lo contrario a la flexibilidad y al intercambio de ideas.
A esto se le suma la falta de respeto por las opiniones de otros, hasta el punto de llegar a despreciar su punto de vista.
Además, las redes sociales hacen posible el anonimato virtual, incentivando que se traspasen los márgenes de la educación y las buenas formas.
¿Cómo educar a la infancia en la tolerancia en redes sociales?
En los adultos, entrar en este juego depende de los valores y ética de cada uno. Pero cuando se trata de niños y adolescentes, aún podemos educarlos para que se aparten de la intolerancia en las redes sociales.
Para conseguir una interacción respetuosa en las redes sociales, la educación de las nuevas generaciones es clave.
Debemos enseñar a nuestros hijos a diferenciar entre la popularidad y la realización personal, que no son lo mismo en la mayoría de los casos.
Es necesario sentarnos con ellos y hacerles preguntas que les ayuden a cuestionar y rebatir sus propios razonamientos.
Algunas recomendaciones para conseguir mejorar la educación de los menores con respecto al uso de las redes sociales:
- Poner límites al tiempo de uso diario.
- No limitarse al grupo de interacción. Abrirse a otras opiniones para poder tener una visión global de un asunto.
- Leer con atención antes de comentar.
- Expresarse en las redes sociales como si estuviéramos hablando cara a cara con esa persona. El contenido no tiene por qué cambiar, pero sí las formas de decirlo.
- Evitar entrar en linchamientos y tratar de entender las diferentes posturas de cada persona.
- Nunca recurrir a los insultos.
- Antes de hacer un comentario preguntarnos: “¿Sirve para algo lo que voy a decir?”. Si no aporta, ni suma, ni crea buen ambiente, es posible que lo mejor sea ahorrarnos ese comentario.
- No compartir información de baja calidad. Es importante que la información compartida sea confiable y rigurosa.
- Evitar descalificar los argumentos de otras personas, no por su contenido, sino por la persona que lo presenta.
- Apreciar la libertad de los demás. Internet es un territorio libre, y esa libertad conlleva a la responsabilidad de utilizarla sin dañar a los demás.
Si quieres saber más sobre cómo educar a tus hijos y a ti mismo, en un correcto uso de las redes sociales, el apoyo de un profesional de la psicología puede ser de gran ayuda.
Clínicas Origen, especialistas en Psicología y Psiquiatría
Clínicas Origen en Masquemedicos