Ahora que estamos en pleno invierno y comienza la temporada de deportes de invierno y de disfrutar de la nieve, es importante proteger nuestra piel ante las inclemencias de este frío clima.
En la nieve la radiación UV se filtra menos. A medida que aumenta la altura, la densidad de absorbentes que se encuentran en la atmósfera, será menor. Las radiaciones UV se reflejan en la nieve, pueden provocar quemaduras y daños en la piel. Para que te hagas una idea, en la playa, el mar sólo refleja el 20% de la radiación UV, mientras que en la nieve asciende a un 80%.
Además de los rayos UV, el intenso frío y el viento, pueden traer como consecuencia resequedad en la piel y en los labios.
Efectos del frío y la nieve en la piel
Practicar deportes de invierno supone continuos cambios de temperatura para la piel. En la piel de la cara y el escote, estos cambios de temperatura tienen como consecuencia la dilatación y contracción continua de los capilares dérmicos. Mediante la vasoconstricción de los capilares, la piel logra adaptarse a una temperatura más baja, pero después de unos minutos, al liberarse el calor por el consumo energético que produce el ejercicio físico, la piel pasa a un estado de sudoración, en el que se produce una vasodilatación de los capilares.
El nivel de consumo de energía durante la actividad física, mantiene lo capilares dilatados, pero una vez finalizado el ejercicio, y detenido el consumo energético, los capilares vuelven a contraerse. Entramos en un ambiente caldeado por la necesidad de deshacernos del exceso de calor por la calefacción, y los capilares vuelven a dilatarse.
Al practicar deportes de invierno, la piel sufre constantes contracciones y dilataciones de los capilares, esto puede llegar producir la aparición de capilares dilatados o cuperosis, especialmente en la zona de los pómulos y el mentón.
Cuidados de la piel en la nieve
- Utiliza la ropa adecuada: Ponte el gorro y los guantes, y hazte con un buen equipamiento de montaña, para estar bien protegido cuando realices actividades al aire libre.
- Protege tus manos: Si vas a esquiar, manten tu piel aislada del frío utilizando los guantes adecuados. Usa cremas elaboradas con base de vaselina, que hidratarán tus manos y las protegerán de los daños del frío.
- Protege también tus ojos: utiliza gafas de sol que los protejan de los rayos del sol y eviten los posibles daños en la retina.
- Hidrata tu piel: Una piel hidratada es una piel protegida contra los daños del frío y el viento.
Para evitar la aparición de los capilares dilatados, especialmente en la zona del rostro, que se encuentra más expuesta, utiliza cremas ricas en extractos de rutósidos.
- Utiliza bloqueador solar: No estás en la playa, ya lo sabemos, pero estás más cerca del sol. Cada 1.000 metros de altitud, la radiación UV aumenta un 10%, aproximadamente.
- Aplica el bloqueador solar unos 15 minutos antes de exponerte al sol y la nieve. Vuelve a repetir la aplicación cada 2 horas.
- Aunque el día esté nublado, no te fíes. La radiación sigue haciendo efecto todo el año, no dejes de aplicar el protector solar, ni de utilizar gafas para proteger tus ojos.
- Con el frío, el viento y el sol de la nieve, tus labios se resecan y agrietan. Un bálsamo labial será tu aliado contra estos efectos. Colócalo en tus labios cada 2 horas.
Si has sufrido daños en tu piel a causa del frío y la nieve, no dudes en acudir a un dermatólogo, quien te indicará el tratamiento adecuado. En Masquemedicos encontrarás a los mejores dermatólogos de Madrid, Barcelona, y todas las localidades de España.
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Muy agradecida me hayan mandado este comentario