Concebir es el sueño de muchas mujeres y parejas. Después de muchos intentos para lograr un embarazo de forma natural, sin un resultado exitoso, se comienza a plantear si existe un problema de infertilidad. Enfrentarse al diagnóstico que confirma esta sospecha es un momento difícil.
A nivel psicológico el primer impacto es un estado de shock emocional, que derivará en múltiples sentimientos como negación, temor, tristeza, culpa, frustración… Hasta que la pareja termina por aceptar el problema y la información sobre las posibilidades que se presentan a partir de ese momento.
La incapacidad de concebir naturalmente, puede generar en las parejas estrés y ansiedad, incluso pueden llegar a un estado de depresión.
La pareja puede verse desestructurada ante esta crisis, e individualmente surgirán muchos miedos y dudas. Por eso es importante asumir esta noticia, analizar las posibilidades y someterse al tratamiento de una forma positiva, aunque también realista.
Esta es la razón por la que el apoyo psicológico es importante durante el tratamiento de reproducción asistida. La ayuda de un profesional puede resultar vital, para atravesar un proceso para el que la pareja no está preparada.
Reconoce el problema de infertilidad y sus implicaciones
La infertilidad es uno de los retos más grandes a los que vas a tener que hacer frente. Reconocerlo es la clave para enfrentarlo y superarlo.
Queremos que sepas que es normal que te sientas triste y abrumada, pero no debes castigarte por ello. Al contrario, debes hacer frente a esas emociones, y así conseguirás superarlas para dar paso a sentimientos más positivos y optimistas.
No te culpes por el problema de infertilidad
Por tu mente cruzan pensamientos negativos en los que te culpas por la situación. Te reclamas a ti misma no haberlo intentado antes, no haber cuidado lo suficiente tu salud, y un sin fin de reproches que no hacen otra cosa que dañarte.
En lugar de culparte mira hacia el futuro, contempla las múltiples posibilidades que existen para que consigas tu sueño de ser madre. No pierdas las esperanzas y muéstrate optimista.
No descuides tu relación de pareja
A pesar de las dificultades que puedan surgir al enfrentarse a un tratamiento de fertilidad, es posible trabajar juntos y superar el problema, infundiendo valor y esperanza el uno al otro.
La comunicación es primordial para que la relación no se vea resentida. Es imprescindible que no tengáis miedo de compartir vuestros sentimientos.
Además, el hecho de tener relaciones sexuales programadas, disminuye la espontaneidad del acto y puede convertirlo en una tarea que únicamente se relacione con el proceso de reproducción.
Ambos debéis ayudaros el uno al otro, sin echaros la culpa por las dificultades para lograr tener un hijo. Sois dos personas distintas, y por supuesto que viviréis la situación de maneras diferentes, por eso debes prestar atención a las emociones de tu pareja y viceversa. Si os cuidáis el uno al otro, podréis enfrentar juntos la situación y compartir la carga.
Amplía los límites de tu objetivo de lograr un embarazo
Lograr un embarazo no es una carrera de velocidad, es un proceso que debe llevarse con paciencia. Establecer un tiempo record para quedarse embarazada puede generar una presión innecesaria. Cuanto más amplios sean los límites del objetivo que deseas lograr, más posibilidades habrá de alcanzarlo.
La paciencia es un requisito a la hora de buscar un hijo, no te agobies si tarda un poco más de lo previsto.
Infórmate sobre el proceso
Lee sobre los problemas de infertilidad, pregunta a tu médico las dudas que vayan surgiendo. Hablad con otras parejas que estén en vuestra misma situación.
Es sumamente importante que estés informada sobre este tema cuando estás enfrentando un problema de fertilidad.
Conversar con tu médico todas las veces que sean necesarias te aportará tranquilidad y seguridad, además estar al tanto de cada paso del proceso te ayudará a tomar mejores decisiones.
Expresa tus sentimientos
No des por hecho que las personas que te rodean saben cómo te sientes y entienden tus necesidades. Habla, exprésate, y sobretodo no te aísles.
Como ejercicio para identificar tus sentimientos, puedes escribirlos en un papel. Así serás consciente de ellos y podrás trabajar en mejorarlos.
La ayuda y apoyo de un profesional de la Psicología siempre es de gran valor durante un proceso de reproducción asistida. Comparte con él tus inquietudes, miedos y sentimientos, te dará las herramientas para afrontarlos.
Clínicas EVA, especialistas en reproducción asistida