El desfibrilador es un dispositivo que aplica una descarga eléctrica al corazón a través del tórax. Cuenta con unos sensores capaces de analizar el ritmo cardíaco del paciente, y determinan si es necesaria una desfibrilación y administran la descarga eléctrica adecuada.
Este dispositivo es capaz de restaurar el ritmo cardiaco normal a una persona que sufra un ataque cardiaco o muerte súbita.
Actualmente existen desfibriladores portátiles, que permiten a las personas responder ante emergencias que necesiten de su uso.
A diario fallecen unas 700 personas a causa de un infarto. Por esta razón es importante que los profesionales sanitarios de urgencias tengan la formación adecuada para usar los desfibriladores portátiles de última generación. También es importante que los equipos de atención medica de urgencias así como los vehículos de transporte sanitario, cuenten con uno de estos dispositivos, para poder brindar asistencia inmediata a los pacientes que sufran un infarto.
¿Cómo funciona un desfibrilador?
El aparato cuenta con microprocesadores internos que realizan un análisis del ritmo cardíaco del paciente, gracias a unos electrodos adhesivos que se colocan en el tórax. Luego indicará si es necesario dar al paciente una descarga eléctrica, así como el momento preciso para hacerlo.
El dispositivo emite una señal acústica, el operador del mismo ejecutará la descarga, y se administrará al corazón la descarga eléctrica mediante los electrodos adheridos al tórax.
¿Cómo se utiliza un desfibrilador?
El uso del desfibrilador es muy sencillo y seguro, utilizarlo aumenta, en un 70%, la probabilidad de recuperación de una persona que sufre un paro cardíaco.
Lo primero que debemos hacer es llamar al 112. Cuando ocurre una emergencia de esta índole, es de vital importancia reaccionar y actuar con rapidez para salvar la vida del paciente. Muchas personas piensan que este tipo de desfibriladores pueden causar daños, pero no es así porque el aparato en todo momento nos indica los pasos a seguir.
Todos los desfibriladores semiautomáticos funcionan igual: cuentan con un botón de encendido y dos electrodos que se deben colocar sobre el pecho del paciente.
Los equipos de última generación son normalmente más fáciles de usar, desde el momento en que se encienden guían al operador mediante imágenes y voz, explicando cada paso que debe seguir.
- Debemos llamar al teléfono de emergencias.
- Descubrir el pecho del paciente.
- Colocar los parches en el tórax. Estos parches tienen dibujos que nos indican dónde deben ser colocados con exactitud. Las instrucciones son simples, con frases claras como “aplique los electrodos en el pecho desnudo del paciente ” o “enchufe el conector de los electrodos junto a la luz intermitente”.
- Seguidamente indicará que no debemos tocar al paciente para analizarlo. Para esta indicación también utilizará una frase simple como “Analizando el ritmo cardíaco, no toque al paciente”
- En dos segundos el desfibrilador indicará si es o no necesaria una descarga y nos indicará si hay que presionar el botón.
- A continuación la instrucción es mantenerse alejado del paciente, y pulsar el botón para dar la descarga.
- Es importante saber que cuando el desfibrilador no recomienda la descarga, no la dará aunque se presione el botón de descarga, este sólo se activa cuando realmente es necesaria.
- Después de dar la descarga, el desfibrilador nos indicará que comencemos la RCP. Los dispositivos más avanzados pueden guiarnos mediante un pitido a indicar si las compresiones son buenas tanto en profundidad como en velocidad, ya que la reanimación cardipulmonar se realiza sobre una válvula.
- Varios minutos después el aparato vuelve a analizar el ritmo cardiaco.
De esta manera es posible seguir las indicaciones del desfibrilador hasta que el paciente muestre signos de vida o hasta que lleguen los equipos médicos de emergencia.
Tras un episodio de este tipo, la persona debe acudir al cardiólogo para evaluar la salud de su corazón. En Masquemedicos encontrarás a los mejores cardiólogos de Madrid, Bilbao, Valencia, Barcelona y toda España
Ver comentarios (3)
me parece realmente util y creo que habria que hacer la maxima difusión posible en el personal no sanitario
La verdad, veo que a mis 70 años sea capaz de utilizar los desfibriladores.
Perdón y gracias.
Buena explicación.