El 1 de enero de 2015, entró en vigor el incremento del IVA aplicado a un gran número de productos sanitarios, que hasta ese momento tributaban al 10% y que han pasado a tributar al 21%. Todo ello, debido a que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, TUE, en sentencia de enero de 2013, determinaba la “ilegalidad” de aplicar un IVA reducido a algunos productos sanitarios. Estamos en los comienzos de la aplicación de la medida, y todavía no se puede hacer un balance real de lo que supondrá la misma, sin embargo, ya ha saltado la alarma de una reforma que permitirá recaudar a la Hacienda Pública española alrededor de 400 millones de euros y de la que solamente quedarán exentos algunos productos como las prótesis, lentillas y gafas graduadas, sillas de ruedas, dispositivos para diálisis en el domicilio, entre otros.
El interrogante está en la calle, ¿cómo afectará esta subida del IVA, no sólo a los servicios de salud públicos y a los hospitales privados, sino también a distribuidores, fabricantes o a la ciudadanía en general?
Algunos estudios, como el realizado por Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), tratan de aportar datos más precisos sobre las consecuencias, en este caso en el sector privado, que permita abrir el debate. Para ello analizando la viabilidad de negocio del sector hospitalario privado, impacto en el empleo y consecuencias en el sector de seguros.
Partiendo de que son los equipos y aparatos médicos y los productos e instrumental sanitario, de uso hospitalario y médico son los que pasan a tributar al 21%, algunos de los efectos en el sector privado, de acuerdo con el estudio realizado por IDIS, serán:
- Incremento de costes en hospitales privados, del 0,8% de sus ingresos, con la consiguiente reducción de los beneficios antes de impuestos en un 8%
- Se podrían afectar alrededor de 21.000 puestos de trabajo, que son un 21% de los puestos que generan los hospitales privados
- Las primas de seguros tendrían que ascender de media anual en 18€ para que se absorba el impacto
En el sector público, también se verán afectados, ya que contarán con un presupuesto menor, para afrontar las mismas compras, puesto que el incremento en la recaudación, al menos por ahora, no va a repercutir directamente en las propias autonomías.
Los distribuidores y fabricantes de productos sanitarios, por su parte, tendrán que asumir negociaciones más duras, que las que han afrontado con la crisis.
El IDIS, la Confederación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (CNDCHP), la FNCP, la ANLAC, Asociación Nacional Empresarial de Laboratorio Clínico, han sacado un comunicado conjunto, alertando de que si desde el Estado no se plantean estímulos, al igual que en otros sectores, a la inversión en tecnología, nos podemos enfrentar a la obsolescencia tecnológica futura y a una pérdida de viabilidad y competitividad de muchos centros que en estos momentos son referentes del sector, además de aportantes de puestos de trabajo.
Habrá que seguir de cerca el tema, para ver las consecuencias reales en un sector tan vulnerable como el sanitario y de la salud.
http://www.rmedica.es/edicion/220/la-subida-del-iva-complica-la-vida-al-sector-sanitario