Consecuencias de la adicción al móvil en adolescentes

La adicción al móvil es un problema real, y tiene nombre, se conoce como nomofobia, y afecta en mayor medida a los adolescentes. Mostrándose como un miedo irracional a no poder utilizar el móvil, ya sea por no tenerlo en sus manos, o porque esté sin batería o con mala cobertura.

Los adolescentes son más susceptibles de sufrir esta adicción por diferentes motivos: presión social y estrés, mayor vulnerabilidad psicológica, problemas para controlar los impulsos, y/o no realizar actividad que les resultes gratificantes.

¿Cuáles son los síntomas de la adicción al móvil?

La necesidad de revisar el móvil todo el tiempo y la aparición de ansiedad al no poder hacerlo, son las primeras señales de alerta de este problema. Tal como sucede con los adictos a las sustancias, aparece el “mono”, o síndrome de abstinencia.

En quienes sufren adicción al móvil existe una fuerte dependencia psicológica, su vida es solo el móvil, desde que se levantan hasta que se van a dormir, haciendo que pierdan el interés por otras actividades, e interfiriendo con su vida cotidiana, deteriorando incluso sus relaciones personales, ya que al estar con amigos o familiares, solo están pendientes del móvil o inmersos en la pantalla de este.

¿Cómo puede detectarse la nomofobia en adolescentes?

Al pasar mucho tiempo sin poder conectarse o utilizar el móvil, se activa en el cerebro del adolescente el mismo circuito que en la adicción a sustancias. Se ponen nerviosos y de mal humor.

Como el uso de los móviles está normalizado, muchas veces es difícil detectar si existe una adicción. Algunos signos de alerta son que el joven revise el dispositivo de forma compulsiva en busca de notificaciones, duerma con el móvil muy cerca, al salir a la calle lleve siempre cargador portátil para no quedarse sin batería, las personas de su entorno se quejan de que pasa mucho tiempo conectado.

Es importante que la familia estén alerta ante cambios repentinos en el humor, e inestabilidad emocional, cuando se quedan aislados o no se comunican, o sustituyen el pasar tiempo con los amigos, por estar en su habitación con el móvil.

¿Es posible evitar la adicción al móvil?

Es responsabilidad de los padres prevenir la aparición de este problema en sus hijos, actuando como modelos a seguir, limitando el tiempo de conexión dependiendo de la edad, trabajando en la mejora de su autoestima para evitar que busquen validación a través de las redes sociales.

También es conveniente fomentar hábitos saludables como la práctica de deportes, dormir la cantidad de horas adecuadas, y mantener una buena alimentación. Todo ello favorece la salud mental del adolescente.

La promoción de un entorno de ocio que resulta estimulante para el joven también es clave, fomentar el contacto con la naturaleza y la visita a exposiciones y museos.

No se trata de prohibir el uso del móvil, sino de promover tiempos de desconexión digital y concienciar a los adolescentes sobre un uso correcto y responsable de estas tecnologías.

Es importante que un uso del móvil y una conexión a internet sin ningún tipo de control, además, puede suponer un peligro para los adolescentes, permitiéndoles el acceso a contenidos inadecuados, o exponiéndoles a ser víctimas de ciberacoso.

Cuando el problema de adicción al móvil ya está presente, la terapia psicológica es de gran ayuda para conseguir superarlo y dejar a tras la dependencia al uso de estos dispositivos.

Enrique Rodríguez Márquez, experto en el tratamiento de las adicciones

Enrique Rodríguez Márquez en Masquemedicos

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