Cuántas parejas se han separado por los celos. Es que no es fácil vivir y convivir con una persona, que aunque quieras, no confía en ti. Sí, porque con los celos le hacemos sentir a nuestra pareja que no confiamos en él/ella. Pensar que podemos controlar todo, y obligar a nuestra pareja a hacer lo que queramos, solo para no alimentar más nuestras propias inseguridades, no va a conseguir a la larga nada bueno. No conseguirás controlar cada paso que da, ni tampoco sentir mayor seguridad.
Los celos jamás han beneficiado a ninguna relación, por eso debes aprender a transformarlos en un factor de renovación de la relación de pareja.
Seguramente, en algún momento de la relación sentiremos celos, pero si estos son moderados, nos hacen incluso valorar más a nuestra pareja, a no dar todo por sentado, e incluso puede ser una motivación para esforzarnos en mantener la llama encendida y el interés despierto. Pero cuando aparecen los celos sin fundamento, enfermizos y agobiantes para la otra persona, sólo terminan por destruir a la pareja.
¿Qué hacer para evitar los celos extremos?
- No controles a tu pareja, diciéndole cosas como “Lo único que quiero es protegerte”. Tu pareja no es un niño al que puedas mentir con facilidad, llegará el momento en el que se dará cuenta de las intenciones reales, y sólo conseguirás que se aleje de ti.
- Dale libertad para que se desarrolle como persona. Cada uno es un ser individual, con nuestras diferencias, y necesitamos un espacio personal. No quieras invadir toda la vida de tu pareja, debes darle espacio y tiempo para relacionarse con otras personas, amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. Así mismo tú también debes disfrutar de tu espacio personal. Esto es saludable para ambos, hacer absolutamente todo juntos, no es en definitiva una conducta que favorezca a la relación. Confía en tu pareja, cuando desprendes seguridad, la proyectas sobre la otra persona.
- No impongas órdenes que tú mismo no estarías dispuesto/a a cumplir. A nadie le gusta que otra persona le imponga su voluntad por encima de la propia. No le hagas a tu pareja lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Frases como: “No vas a esa cena”, “No me gustan tus amigos”, “No te pongas esa ropa”, etc. Sólo perjudican la relación. Conoce a sus amigos y así verás que no hay nada que temer, sobretodo confía en tu pareja.
- Tu pareja no es un objeto de tu pertenencia, evita verle de esta manera. Muchas personas piensan que el tener una relación con una persona, le convierte en su dueño. Nadie pertenece a otra persona, no somos objetos, somos humanos con pensamientos y decisiones propias. Las personas que consideran a su pareja una posesión buscarán la forma de retenerlos, como si de prisioneros se tratara. Intentan controlar y vigilar todo buscando siempre una prueba de infidelidad. En vez de mantener esta actitud, relájate y una vez más te repito, confía en tu pareja, si está contigo es por voluntad propia.
- Aparta los pensamientos nocivos que destruyen la relación. Cuando uno o los dos miembros de la pareja se obsesionan con los celos, esto puede acarrear una crisis de pareja e incluso la separación, y siendo sinceros, un gran número de casos de violencia de género están ocasionados por los celos.
Los celos pueden tener terribles consecuencias en una pareja, cuando nos enfrentamos a unos celos extremos ya sea por nuestra parte, o la de nuestra pareja, es necesario acudir a un experto en terapia de pareja, que nos ayudará a superarlos, y mejorar la relación.
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