La llegada de la época estival aumenta los viajes y las salidas de los ciudadanos a destinos en los que pueden estar en contacto con enfermedades infecciosas diferentes a las de su entorno habitual. En los Centros de Vacunación Internacional aumenta el trabajo estos días considerablemente, allí mediante cita previa facilitan los consejos y las normas sanitarias para viajeros internacionales.
Actualmente, el turismo ya no es el único motivo por el que se acude a estas consultas, sino que ha aumentado la presencia de los que viajan a su país de origen y la de quienes salen al exterior por razones de trabajo, que salen más y por más tiempo, la mayoría de ellos para estancias de más de un año. En este caso, Brasil, Angola, India, Senegal y China son destinos destacados y por zonas, en 2012, cobra especial relevancia Sudamérica. Por turismo, los principales destinos elegidos siguen siendo India y Tailandia y la tendencia es un aumento progresivo de los viajes no programados. Son las conclusiones de un informe realizado por Javier Castillo, enfermero de Salud Pública.
En todos los casos es importante tener en cuenta los consejos para un viaje sano, sin riesgos para la salud adoptando las medidas preventivas adecuadas.
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Las enfermedades transmitidas por insectos son frecuentes en el trópico, por lo que se deben usar repelentes adecuados (Deet al 40% adultos y 20% en niños; Bayrepel o Icaridin al 20%)
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Utilizar insecticidas en recintos cerrados e impregnar ropa o mosquiteras (piretrinas o piretroides)
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En la ropa, evitar las fibras artificiales y los colores oscuros que atraen a los mosquitos y llevar calzado adecuado, suelto y ventilado para evitar infección por hongos.
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Evitar la inmovilidad prolongada en los medios de transporte, paseando unos 10 minutos cada 2 – 3 horas para prevenir tromboembolismo venoso.
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Protegerse de los rayos solares con cremas con factor de protección superior a 15.
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En caso de embarazo, se recomienda no viajar durante las últimas 4 semanas de gestación, 8 semanas si es un embarazo múltiple y no viajar con bebés de menos de 7 días.
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Posponer el vuelo de 12 a 24 horas si se ha practicado submarinismo.
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No bañarse en aguas estancadas.
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No mantener relaciones sexuales sin protección.
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Evitar alimentos en puestos callejeros.
El mal de altura puede producirse en personas sanas con ascensos rápidos a una altitud superior a 2.000 metros, con síntomas más frecuente a partir de 2.500 metros. Los viajeros son enfermedad cardiovascular, pulmonar previa o anemia son más sensibles al cambio de altitud. Es importante:
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Aumentar la ingesta de líquidos, porque la deshidratación agrava los síntomas.
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Moderar la actividad física.
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Procurar hacer una ascensión gradual, ya que favorece la aclimatación.
Si se padece una enfermedad crónica, los Centros de Información y Atención a Viajeros Internacionales recomiendan:
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Visitar al médico con antelación.
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Llevar siempre un informe con la descripción de su enfermedad y su medicación habitual.
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No olvidar la medicación suficiente para todo el viaje.
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Valorar bien la conveniencia de un seguro de viaje.
También es importante disponer de un botiquín de viaje, dependiendo del destino, de la duración y del tipo de viaje. Como contenido básico: antipalúdicos, antidiarreicos, antiácidos, antihistamínicos, analgésicos, antisépticos, antiinflamatorios, sales de rehidratación oral, pomada para picaduras, laxantes, material de cura, preservativos, protección solar, antitérmicos, termómetro, tiritas.
Webs de interés
Organización Mundial de la Salud
National Travel Health Network and Centre (NATHNAC)
Por Melania Bentué (Estrategias de Comunicación)
Blog de de Zoe (Blog de la autora)
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