Las inyecciones de Botox y los rellenos de ácido hialurónico son dos de los tratamientos estéticos más demandados a la hora de tratar el rejuvenecimiento facial. Y, aunque ambos son grandes aliados para conseguir un fin similar, se trata de procedimientos estéticos completamente diferentes con aplicaciones y objetivos distintos.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra y se genera de forma natural en nuestro cuerpo y que está presente en numerosos tejidos y órganos como los cartílagos, la piel o el líquido sinovial.
La función del ácido hialurónico en el interior de nuestra piel es la de hidratar y mantener su elasticidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, la presencia de esta sustancia se reduce y la piel pierde esa estética juvenil.
¿Para qué se utiliza el ácido hialurónico?
Como relleno dérmico el ácido hialurónico se inyecta directamente sobre las líneas de expresión y las arrugas que se encuentran en los dos tercios inferiores del rostro. Con el ácido hialurónico se hidrata y rellenan las capas profundas de la piel, contrarrestando esa flacidez natural fruto del envejecimiento.
¿Qué es el Botox?
El Botox o toxina botulínica es una neurotoxina extraída de una bacteria que, en pequeñas dosis, tiene la función de relajar y paralizar parcialmente el músculo donde se inyecta. Esto permite una acción temporal, ligera y segura que a nivel estético nos permite eliminar las líneas de expresión y las arrugas.
¿Para qué se utiliza el Botox?
Sin embargo, su aplicación, no se limita únicamente al campo de la estética. El Botox también tiene aplicaciones terapéuticas como el tratamiento de migrañas, el estrabismo, la hiperhidrosis…
¿Cuáles son las principales similitudes entre el ácido hialurónico y el Botox?
Una vez que sabemos de qué se tratan ambos procedimientos y su naturaleza, tenemos que aclarar que tienen similitudes importantes:
- Ambos se utilizan como tratamiento de rejuvenecimiento facial.
- Ambos se aplican sobre la piel a través de microinyecciones.
- En ambos casos podemos aplicar como anestesia una crema tópica.
- Ninguno de ellos requiere cirugía y son tratamientos de rápida aplicación.
- La duración del efecto rejuvenecedor es temporal, no permanente.
- En ambos tratamientos son necesarias aplicaciones repetidas a lo largo del tiempo para mantener los resultados.
- Son igualmente aplicables a hombres y mujeres.
¿Cuáles son las diferencias entre el ácido hialurónico y el Botox?
El Botox se inyecta directamente en el músculo cuya contracción queremos reducir, paralizándolo y evitando así la aparición de las arrugas que surgen como consecuencia del movimiento facial (dinámicas); en cambio, el ácido hialurónico se inyecta directamente sobre las líneas y arrugas, con el objetivo de rellenarlas.
El Botox no aporta volumen mientras que el ácido hialurónico sí (cuando está reticulado), suele emplearse para que los labios o los pómulos recuperan su volumen natural.
El Botox se aplica en el tercio superior del rostro: patas de gallo, arrugas de la frente y el entrecejo… en cambio, el ácido hialurónico es más efectivo en zonas inferiores del rostro, como los labios, los pómulos, el mentón, los surcos nasolabiales, las arrugas en la comisura del labio… también se aplica en la zona del cuello y del escote.
Los efectos de las inyecciones de Botox duran de 3 a 6 meses, y los resultados son visibles a partir de las 72 horas de su aplicación. El efecto del ácido hialurónico es inmediato, y su efecto puede prolongarse por un año.
Clínicas Dr. Moltó (drmolto.com)
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