Cuando un diente está muy dañado sólo hay dos opciones: realizar una endodoncia, o una exodoncia, es decir, extraer la pieza dental. Los nombres de estos procedimientos pueden sonar similares, por eso es importante que el paciente comprenda la diferencia entre una endodoncia y una exodoncia.
¿Qué es una exodoncia?
Es una cirugía odontológica que consiste en la extracción de un diente. La intervención se lleva a cabo bajo anestesia y no conlleva efectos secundarios más allá de una leve infección, que ocurre con poca frecuencia.
La exodoncia no es un procedimiento habitual, pero puede ser, en algunos casos, la solución a una caries o una enfermedad bucodental que se encuentren en un estado muy avanzado. Se trata de casos en los que el diente está muy deteriorado y la situación es irreversible.
Otro motivo para practicar una exodoncia, es una gran falta de espacio entre los dientes.
Para determinar la gravedad del estado del diente, se practicará una radiografía para revelar aquellos aspectos que el dentista no puede ver en una simple exploración. En la radiografía es posible ver la forma, longitud y posición del diente, así como el hueso que lo rodea.
Para realizar la exodoncia es necesario que el odontólogo coloque anestesia en la zona que rodea el diente que va a ser extraído. Después de la exodoncia es común aplicar puntos en la zona donde se ha retirado la pieza dental.
Pasos para la correcta recuperación después de la exodoncia
Para favorecer la cicatrización y reducir el dolor tras la exodoncia, normalmente se administran medicamentos antiinflamatorios o antibióticos en los primeros días.
En las siguientes 24 horas, después de la extracción es importante no limpiarse los dientes o enjuagarse en el área afectada, así como fumar o beber alcohol. Después de que transcurran estas horas, se recomienda enjuagar la herida con agua salada tibia.
La alimentación debe ajustarse durante los primeros días, la boca no debe hacer esfuerzos, por eso se recomienda comer alimentos blandos y no muy calientes.
En los pacientes con diabetes descompensada, hipertensión, hemofílicos o mujeres embarazadas, la exodoncia requiere un seguimiento especial.
La pérdida del diente después de la exodoncia puede solucionarse colocando un implante dental. Es importante consultar con un odontólogo, y que este valore la necesidad de realizar o no la extracción del diente.
¿Qué es una endodoncia?
La endodoncia, también conocida como tratamiento de conductos. Se trata de un procedimiento utilizado para eliminar parte o la totalidad de la pulpa dental, para luego sellar el conducto pulpar.
La pulpa está formada por tejido blando, y se encuentra en el interior del diente, esta contiene los nervios y los vasos sanguíneos.
La parte del conducto que se encuentra en el interior de la corona se denomina cavidad pulpar, mientras la correspondiente a la raíz recibe el nombre de conducto reticular y es el que conecta con el hueso maxilar.
La existencia de caries es la causa más frecuente de la infección, inflamación y necrosis de la pulpa dental, aunque existen otros factores que pueden generar una lesión de la pulpa:
- Traumatismos.
- Abrasión, erosión y desgaste de los dientes por el roce entre ellos.
- La manera en que se hacen algunos tratamientos restauradores y los materiales utilizados en los mismos.
Realización de la endodoncia
Para hacer una endodoncia es necesario anestesiar la zona en la que se va a actuar.
Después se hace un agujero en la corona del diente para acceder a la pulpa y extraerla, para luego realizar la limpieza del conducto antes de realizar la obturación y sellado del mismo y de la corona.
Será necesario realizar un seguimiento después de la endodoncia para verificar la efectividad y evolución del tratamiento.
Para realizar una endodoncia o una exodoncia, es el dentista quien debe hacer el diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado.
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