La infancia puede ser una etapa muy feliz, con la tranquilidad de no tener grandes responsabilidades y siempre que se disfrute de un buen ambiente en el hogar y en el entorno escolar. Sin embargo, hay ocasiones en las que los niños necesitan de una ayuda extra que sólo puede proporcionar un profesional de la psicología.
Entre las problemáticas más comunes que se presentan en el ámbito de la psicología infantil destacan el trastorno por déficit de atención (TDA), las alteraciones en el sueño, los trastornos emocionales, los problemas de conducta o los trastornos de ansiedad.
Comentamos a continuación los puntos clave de tales problemáticas comunes en el ámbito de la psicología infantil.
Trastorno por Déficit de Atención (TDA)
Es un trastorno caracterizado por una actividad física mayor de lo habitual, impulsividad y problemas para mantener la atención o concentrarse en una tarea durante un período largo de tiempo. Es común que los niños con Trastorno por Déficit de Atención tengan dificultades en el rendimiento escolar, en numerosas ocasiones, acompañadas de dificultades para relacionarse con otras personas.
Dada la complejidad de este trastorno, y las graves consecuencias en las que deriva, este problema debe ser tratado por un especialista en psicología infantil lo antes posible para que el niño no tenga limitaciones en su educación. El tratamiento para este trastorno depende de las particularidades de cada caso, así como de la intensidad del problema y del contexto familiar en el que se encuentre el niño.
Trastornos del sueño
Es habitual que los niños sufran alteraciones del sueño a causa de la aparición de pesadillas o terrores nocturnos, que mientras sean episodios puntuales, no dejan de ser problemas comunes de la infancia que se superan con la atención y ayuda de los padres o tutores en un breve espacio de tiempo. Pero si la situación se mantiene, puede generar un problema más grave de insomnio que puede venir acompañado de otros trastornos como el sonambulismo o la narcolepsia.
La terapia para los trastornos del sueño varía en función de la edad del niño y las características del problema que presente.
Trastornos emocionales
Los trastornos emocionales pueden estar causados por diferentes situaciones como la separación de los padres, el nacimiento de un hermano y todas aquellas vivencias que puedan producir estrés y desequilibrar la vida del niño.
Ante situaciones de este tipo, es importante observar el comportamiento del niño y acudir a un profesional especialista si se mantienen en el tiempo, ya que según la etapa en la que se encuentre, el trastorno puede manifestarse de diversas formas e incluso ser difícil de diagnosticar. Entre los trastornos emocionales más frecuentes se encuentran la depresión infantil o la bipolaridad.
Trastornos de conducta
Hablar de trastornos de la conducta es hacer referencia a comportamientos que son considerados inaceptables socialmente. Algunos de los problemas de conducta más comunes durante la infancia son las rabietas, la desobediencia o el negativismo. Estos niños suelen tener problemas para interiorizar los límites y obedecer las normas, cuestionan la autoridad de sus padres y profesores, retan a los adultos, etc.
Este tipo de problemáticas son las causas más habituales por las que los padres buscan ayuda psicológica. Son trastornos que se intensifican con el paso del tiempo, y que en los últimos años se ha identificado una edad de inicio cada vez más precoz.
Los problemas de conducta en la infancia se producen por la interacción de factores internos, como una predisposición a desarrollar un determinado trastorno, y factores externos, como la educación o las situaciones que producen estrés en el niño durante su desarrollo.
Existen diferentes tipologías dentro de los trastornos de conducta que indican la presencia de síndromes que se diferencian en la gravedad de las conductas que se puedan llevar a cabo (mentiras, absentismo, robos, agresiones…). Sin embargo, muchos especialistas consideran que, a pesar de existir esta diferenciación, se trata de un continuo, es decir, que un niño puede pasar por diferentes diagnósticos si no se realiza una intervención adecuada a tiempo.
Trastorno de ansiedad
Los niños también pueden sufrir ansiedad por diferentes motivos. Esta les produce un gran miedo y preocupación que puede derivar en problemas sociales en el colegio o en el ámbito emocional. Si estos trastornos no se tratan de forma adecuada pueden transformarse en fobias. Entre los más comunes destacan la ansiedad generalizada, el estrés postraumático por una separación, la fobia social o el trastorno obsesivo compulsivo.
Para concluir, es importante destacar la necesidad de prestar atención a aquellas conductas en los niños que pueden actuar como señal de alerta de algún problema psicológico, así como la necesidad de acudir lo antes posible a un especialista al objeto de realizar un abordaje temprano que impida el desarrollo y cristalización de problemáticas más severas.
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