Los estudios de la fertilidad permiten conocer las posibles dificultades por las que una pareja no consigue concebir de manera natural, con el fin de encontrar la solución más viable. Las pruebas deben realizarse a ambos miembros de la pareja, ya que el problema de fertilidad puede estar en el hombre o en la mujer.
Un estudio de fertilidad personalizado en la mujer es el método indicado para lograr los mejores resultados. Las pruebas realizadas varían en función de cada caso y de las necesidades de la mujer.
¿Qué incluye el estudio de fertilidad femenino?
Historia clínica
Se abre una historia clínica exhaustiva de la paciente, teniendo en cuenta los antecedentes familiares, el tiempo de disfunción reproductiva y si tiene hábitos nocivos como el tabaquismo.
Ecografía ginecológica vaginal
A través de este método es posible realizar un estudio del aparato genital interno de la mujer, con la finalidad de evaluar el estado de su útero, sus trompas y sus ovarios. El recuento ecográfico de sus folículos antrales ofrece una perspectiva fiable de su reserva ovárica, además de poder descartar otras patologías ováricas que inciden en la fertilidad.
La ecografía en el útero permite descartar la presencia de pólipos endometriales, miomas o malformaciones uterinas.
Cuando se realiza una ecografía en las trompas es posible descartar que estén dilatadas o rellenas de líquido.
Citología Vaginal
Es una prueba que se realiza de forma común en el ginecólogo y que es conocida por todas las pacientes. Es útil en el diagnóstico de alteraciones de las células vaginales y del cuello del útero, además de detectar infecciones asintomáticas y aportar información sobre el estado hormonal de la paciente.
Hemograma
Es un análisis de sangre en el que se mide, en global y en porcentajes, los tres básicos de células que contiene la sangre:
- Serie roja (hematíes o glóbulos rojos)
- Serie blanca (leucocitos)
- Serie plaquetaria
Serología
Analítica hormonal femenina: FSH, LH, 17 B-estradiol, PRL y hormonas tiroideas (informan sobre el funcionamiento de los ovarios, las órdenes que reciben del cerebro y de sus posibles desarreglos).
Analíticas hormonales
Las determinaciones hormonales se llevan a cabo, normalmente, en los primeros días del ciclo (días 2º, 3º o 4º) y, cuando se trata de mujeres más jóvenes, en la fase medio-lútea (días 20º-21º).
Los perfiles hormonales cambian durante el ciclo, reflejan la funcionalidad de los ovarios y aproximan la edad biológica de la paciente. La determinación del perfil hormonal basal aporta información sobre la capacidad de los ovarios de desarrollar óvulos que pueden ser fecundados.
En el día 21° del ciclo, las hormonas determinadas brindan información sobre si ha habido o no ovulación en ese ciclo.
Valoración de resultados y diagnóstico
Se realiza un diagnóstico médico para determinar las causas del problema y establecer el tratamiento de fertilidad más adecuado según los resultados de las pruebas médicas solicitadas.
Hormonas que se analizan en el estudio integral de fertilidad femenina
Se lleva a cabo un análisis de los niveles plasmáticos de la hormona folículo estimulante (FSH), hormona luteinizante (LH), el estradiol, la prolactina y el perfil tiroideo (TSH, T4 libre).
La FSH y el estradiol cumplen la función de informar sobre el estado de la reserva ovárica en la mujer. Las alteraciones en la LH están asociadas a algunos perfiles anovuladores, tales como el síndrome de ovario poliquístico. Además, es posible identificar algunas alteraciones de las hormonas en la fase lútea.
En algunos casos se realiza un análisis de la hormona Antimülleriana (AHM), que se produce por los folículos ováricos cuando han entrado en desarrollo. La determinación de esta hormona, sumada al recuento folículos antrales, indica de forma más precisa la medida de la reserva ovárica.
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