Los síntomas del TDAH suelen ser visibles debido a las alteraciones en el entorno que suelen generar para el niño y sus allegados, dificultades en el entorno académico y familiar sobre todo. En ocasiones parece que se utiliza el diagnóstico del TDAH como una especie de cajón desastre donde se incluyen a niños que presentan diferentes dificultades académicas en el aula. Es un diagnóstico sensible pues muchas de las características de la sintomatología en según qué niveles de presencia pueden ser conductas propias de la infancia.
Síntomas del TDAH
Debemos tener en cuenta que los síntomas nucleares del TDAH son los siguientes:
- Déficit de atención
- Impulsividad
- Hiperactividad
Es cierto que en cada niño diagnosticado estos síntomas se presentan con diferentes intensidades o cada síntoma de forma independiente. Es habitual que comiencen a presentarse en una edad temprana antes de los 12 años. Debe afectar al menos a dos ambientes de su vida, si solo se presentan dificultades en el contexto familiar pero no en el escolar estos suelen acabar tratándose como trastornos de conducta.
Características del Déficit de Atención
- Dificultad para mantener la atención sostenida
- Dificultad para prestar atención a detalles específicos
- Le cuesta escuchar e interiorizar órdenes, secuencias y seguir instrucciones.
- Olvidar o perder objetos con frecuencia
- No finaliza las tareas o actividades que empieza
- Cambia frecuentemente de conversación
- Es desorganizado a la hora de realizar sus deberes o las tareas del aula o a la hora de seguir instrucciones en los juegos
Características de la Impulsividad
- Dificultades para respetar los turnos
- No piensa antes de actuar
- Dificultades para respetar los tiempos de diálogo
- Respuestas dominantes, inadecuadas
- Tiende a tocar todo, mover cosas de sitio, tener algo entre las manos…
Características de la Hiperactividad
- Se mueve en exceso en momentos inadecuados
- Parece que de continuo esté agitado, “ como con un motor puesto”
- Habla en exceso
- Hace ruidos con objetos o con sus movimientos corporales
- Cambia de posiciones de continuo
- No finaliza lo que hace empezando diferentes cosas a la vez
Ante la duda de la presencia de estos síntomas en menores o adultos es importante solicitar asistencia de un profesional especializado para evitar diagnósticos erróneos.