El nuevo curso comienza y es el momento idóneo para llevar a los niños a una revisión oftalmológica. El sistema visual de los niños y adolescentes sufre mucho estrés, por el aumento de la formación online y el uso de los dispositivos electrónicos, por eso es importante asegurarse de que su visión está preparada para iniciar este período escolar.
No ver correctamente es una de las principales causas de fracaso escolar, por lo que se recomienda realizar revisiones en el oftalmólogo para evitar problemas académicos y de visión, que pueden ser más graves con el tiempo.
Visión en edades tempranas y desarrollo educativo
Los 2-3 años de edad es una etapa crítica para el desarrollo visual, ya que pueden comenzar a manifestarse los problemas refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo).
Entre los 3 y los 8 años, estos problemas visuales pueden empezar a afectar su rendimiento escolar por lo que resulta imprescindible realizar revisiones oculares al menos una vez al año.
Para un buen desarrollo social y educacional, es imprescindible una buena visión en edades tempranas. No sólo una correcta agudeza visual, sino también una buena capacidad para enfocar lejos y cerca, mover los ojos correctamente, tener una buena coordinación ojo-mano y una binocularidad óptima, y calcular adecuadamente la profundidad.
Cuando no se presentan signos de problemas en la visión ni antecedentes familiares importantes de enfermedades que pueden heredarse, se recomienda realizar una primera exploración visual a entre el año y los 3 años de edad.
Signos de problemas en la visión infantil
En edades tempranas es importante estar atento a pequeños gestos como desviar o guiñar un ojo, inclinar la cabeza para fijar la vista, no calcular correctamente las distancias y tropezarse frecuentemente, si presenta molestias oculares por la luz o enrojecimiento, y especialmente si entrecierra los ojos para ver un objeto lejano.
También puede omitir letras o confundir palabras, presentar irritación o escozor en los ojos al leer o escribir, y en consecuencia tener una baja comprensión de la lectura para su edad.
Generalmente los niños con problemas en la visión de cerca evitan actividades como leer o hacer los deberes, mientras que aquellos que presentan problemas con la visión lejana evitan los deportes y otras actividades de ocio.
Ante estos síntomas es imprescindible acudir a la consulta del oftalmólogo para detectar los problemas de visión y las enfermedades oculares a tiempo.
De allí la importancia de realizar una valoración oftalmológica al iniciar el curso académico, con el objetivo de verificar la buena visión del niño y evitar que aparezcan problemas en su rendimiento y se vea afectado su proceso de aprendizaje.