Dicen que el siglo veinte fue el siglo del humo y del tabaco. Hoy, la sociedad parece ir ganando la batalla a su consumo con unos ciudadanos más concienciados de la repercusión que tiene en la salud, pero quedan retos pendientes y el Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra hoy, recuerda que “El tabaco es una amenaza para todos”.
Después de algo más de diez años de la puesta en marcha de las dos leyes de medidas sanitarias, la población ha cambiado sus hábitos, la actitud ante el tabaco y, según recoge la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) en el trabajo que ha llevado a cabo, en este tiempo ha mejorado la salud de los españoles.
Sin embargo, el Grupo de Trabajo sobre Tabaquismo de la SEE recuerda que aunque la prevalencia del consumo de tabaco en nuestro país continúa siendo superior a la media europea, donde ocupamos el noveno puesto, han mejorado otros indicadores, como los relacionados con el impacto en la salud. Han descendido los ingresos hospitalarios y la mortalidad por infarto de miocardio, las hospitalizaciones por enfermedad pulmonar obstructiva crónica y, aunque de forma menos concluyente, una disminución de los ingresos por asma. En salud perinatal, se ha demostrado un menor riesgo de nacimientos prematuros y las tasas de bajo peso al nacer se han reducido con la nueva legislación hasta un 3,5%.
Y en los ámbitos de trabajo, importante destacar que la exposición al humo ambiental baja en los ámbitos de trabajo. En hostelería, han disminuido los niveles de nicotina ambiental y de partículas hasta un 90% y la mortalidad debido a ese humo del tabaco pasó de 1.228 personas en 2002 a 1028 en 2011.
Hace diez años, probablemente, nadie creía que se llegaría a respetar la prohibición de fumar como se hace ahora, ni que incluso en los domicilios particulares se iban a cambiar hábitos entre fumadores. Pero aún queda un camino por recorrer, porque hay en torno a un 5% que afirma fumar en el trabajo, casi un 9% en bares y restaurantes y un 4% en discotecas y pubs. También el consumo en vehículos comerciales se sitúa en el 9,8% y en taxis en el 2,2%, a pesar de estar prohibido en estos servicios. El 4,7% de los fumadores siguen fumando en sus vehículos privados.
¿Y ahora qué?
La Sociedad Española de Epidemiología destaca que se ha avanzado de manera muy satisfactoria en el control del tabaquismo en España, apuntan en su publicación que “nos enfrentamos a nuevos retos”. Así que proponen acciones para seguir avanzando y lograr una sociedad “libre de humo del tabaco”, entre ellas recuerdan estas:
- El empaquetado genérico, es decir, un envase neutro sin logotipos, con el mismo color, tamaño y forma para todas las marcas.
- El desarrollo de más campañas de publicidad para prevenir el consumo.
- Igualar el precio de los diferentes productos del tabaco.
- La regulación sobre el uso de los cigarrillos electrónicos en lugares públicos debería equipararse a la del consumo de tabaco.
- Nuevos espacios libres de humo, sobre todo en lugares donde pueden estar expuestos los menores y otros colectivos vulnerables, como son los hogares y los vehículos privados. Así, apuntan la necesidad de mejorar la situación en los recintos de los hospitales y en terrazas de bares y restaurantes.
- Ampliar la ayuda para la cesación del consumo, valorando la oportunidad de desarrollar intervenciones específicas en colectivos vulnerables que podrían necesitar tratamiento farmacológico subvencionado y fomentar la formación de los profesionales sanitarios en intervenciones efectivas para dejar de fumar.
Para saber más sobre el trabajo realizado por la Sociedad Española de Epidemiología, con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, presentado en Madrid el lunes: Enlace a la monografía