Los trastornos de la alimentación tienen muchas similitudes: obesidad, anorexia, bulimia… Incluso es frecuente que se den todos en la misma persona a lo largo de su vida.
Atracón
Se trata de episodios en los que la persona siente una necesidad incontrolable de ingerir grandes cantidades de comida, provocando un gran sentimiento de culpa.
La valoración del episodio de atracón es muy subjetiva, ya que se puede considerar atracón cuando se consumen grandes cantidades de comida, o cuando se toma un alimento prohibido para la persona.
La sensación de pérdida del control sobre el acto de comer, donde el “hambre psicológica” nos controla a nosotros, es una característica común de este trastorno.
Bulimia nerviosa
También conocida “hambre desmesurada”, la bulimia nerviosa es un trastorno alimentario en el que la persona manifiesta una excesiva preocupación por su imagen corporal, provocando una pérdida del control sobre la ingesta de alimentos.
En la bulimia nerviosa, los episodios de atracón van seguidos de conductas que intentan compensar este acto para evitar el aumento de peso. Además existe una preocupación excesiva por el peso y la figura.
Tipos de Bulimia
En función del tipo de conductas compensatorias podemos diferenciar dos tipos de bulimia:
- Purgantes: quienes lo sufren tienden a provocarse el vómito o a recurrir a laxantes o diuréticos.
- No purgantes: mantienen una dieta estricta o ayuno, además de seguir un plan de ejercicio extremo.
Otros síntomas de la Bulimia Nerviosa
- Atracones nocturnos: se hace imposible dormir a no ser que se calme el ansia de comer
- Catadura: consiste en masticar la comida y escupirla sin llegar a tragarla.
- Rumiación: se regurgita la comida y se vuelve a masticar varias veces antes de tragarla (como hacen las vacas con el pasto)
Con el especialista se debe trabajar en el sistema de evaluación sobre de cada individuo. La persona debe aprender a modificar su actitud hacia su peso y su figura, y conocer las pautas para seguir una dieta saludable.
Aquellas personas que sufren este trastorno, tienden a presentar problemas de ansiedad y baja autoestima, haciendo necesaria así la ayuda psicológica.
Trastorno por atracón
La diferencia entre el trastorno por atracón y la bulimia nerviosa es que quien sufre un trastorno por atracón no realiza ninguna de las conductas compensatorias, como por ejemplo vomitar.
Entre las consecuencias más comunes se encuentra el sobrepeso u obesidad que surgen como consecuencia de las ingestas compulsivas de forma recurrente, llegando a producir riesgos para la salud como diabetes, hipertensión, colesterol, etc. También es habitual que se produzcan síntomas depresivos.
Tratamiento del trastorno por atracón
Es importante trabajar la autoestima y aprender a valorarse para lograr un cambio. Es un error pensar que si adelgazamos nos sentiremos mejor y nuestra vida cambiará. Esto puede llevarnos a estar siempre insatisfechos con nosotros mismos.
Se trata de un trastorno mental, y será necesario hacer un cambio en las pautas de pensamiento deficitarias. El psicólogo debe identificar los factores que han desarrollado este trastorno, analizando las circunstancias alrededor del mismo para desarrollar las técnicas y habilidades que necesitamos para dar solución a este problema.
Con la ayuda del psicólogo hay que cambiar la actitud hacia el peso, reforzar el autoestima y valorarnos correctamente a nosotros mismos.
También será necesaria una educación nutricional, para mantener una alimentación regular y saludable, que no nos haga recurrir a los atracones.
No necesitamos vernos más delgados, lo importante es estar saludables y querernos más. Así como aprender e incorporar las herramientas para mantener el control sobre las emociones e impulsos que nos hacen caer en rutinas que no son saludables. Reducir los atracones, las conductas inadecuadas y no hacer dietas extremas.
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