Diariamente la televisión no bombardea con publicidad, y entre ese montón de anuncios que intentan vendernos cosas, encontramos los que nos ofrecen la posibilidad de recuperar el color blanco natural de nuestros ojos, cuanto estos están enrojecidos, utilizando simplemente un colirio con efecto vasoconstrictor.
Parece tan simple como aplicar un par de gotas y listo, esto ha conseguido que el uso de estos colirios se haya normalizado con el tiempo. Sin embargo, usar estas gotas para blanquear nuestros ojos en exceso, puede tener un efecto perjudicial.
Cuando nuestros ojos están rojos, es porque sufrimos una irritación ocular. Esta puede ser causada por diversas situaciones, e incluso por enfermedades que necesitan un tratamiento específico. Los colirios blanqueadores, únicamente camuflan un síntoma, pero no ofrece una solución a la causa que lo está generando.
A más colirio, más enrojecimiento
Se ha demostrado científicamente que cuanto más usemos este tipo de colirios, elaborados generalmente a base de imidazolina o similares, tenemos mayores probabilidades de sufrir un enrojecimiento permanente de los ojos, o provocar un daño en los vasos sanguíneos.
¿Por qué ocurre esto? La respuesta es muy sencilla. La esclerótica, es decir, la parte blanca del ojo, está recubierta por una membrana transparente que la protege, esta recibe el nombre de conjuntiva, la cual posee unos pequeños vasos que son prácticamente invisibles.
Cuando la conjuntiva sufre una agresión, la respuesta de nuestro cuerpo es el aumento del aporte sanguíneo en esta zona, y por supuesto un aumento de la dimensión de esos vasos. Originando una hiperemia (enrojecimiento), esta puede estar acompañada de otras molestias como escozor, sensación de cuerpo extraño en el ojo e incluso quemazón.
Las causas más frecuentes del enrojecimiento de los ojos son: blefaritis, conjuntivitis y ojo seco.
El oftalmólogo es quien debe realizar la valoración correspondiente para identificar y tratar de forma adecuada el problema que se está produciendo en el ojo.
Efectos negativos de los colirios blanqueadores
También es importante saber que estos colirios no deben usarse, bajo ninguna circunstancia, con las lentillas o lentes de contacto colocadas en nuestros ojos. El cloruro de benzalconio puede tintar nuestras lentes de contacto, dañarlas y provocar que sean perjudiciales para nuestra visión.
En el caso de las lentes de contacto blandas, estas pueden absorber el colirio, tendríamos entonces la falsa sensación de que no hemos aplicado suficientes gotas en el ojo, lo que podría derivar en el uso de una dosis excesiva de producto.
Las personas que sufren de tensión ocular alta o que tomen determinadas medicaciones, no deben usar este tipo de productos sin haber consultado previamente con un médico especialista.
En cualquiera de los casos, lo mejor si tienes los ojos rojos habitualmente es acudir al centro oftalmológico más cercano y revisar la vista con un doctor especializado. Ya que en la mayoría de casos puede ser síntoma de enfermedades que necesiten tratamiento.
Si el uso es muy esporádico, recomendamos usar simplemente lágrimas artificiales para humedecer el ojo. Es una alternativa inocua que no incorpora ningún tipo de medicamento en su fórmula y nos aliviará la sensación.
SI tenemos molestias o enrojecimiento ocular, debemos acudir a un oftalmólogo, que será el profesional indicado para evaluar el tratamiento adecuado y conseguir una mejor real y duradera de este síntoma.
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