Un estudio que se acaba de publicar en la revista JNCI: Journal of the National Cancer Institute. sugiere, que tras haberse realizado estudios preclínicos y epidemiológicos, el consumo de café podría tener efectos protectores frente al cáncer de piel, tanto benigno, es decir, no melanoma, pero también frente al melanoma maligno; en este último caso, los resultados son todavía preliminares y se precisa profundizar en las investigaciones, pero según comentan los propios investigadores, “con la alta carga de morbilidad que conlleva el melanoma, cualquier cambio en nuestro estilo de vida, aunque parezca modesto, puede conllevar un impacto importante en la protección frente al melanoma maligno“. El estudio no es un ensayo clínico, de acuerdo con el subdirector médico de la American Cancer Society, Dr. Len Lichtenfeld.
Entre los autores de esta investigación se encuentra un miembro del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos. Se han utilizado datos del ‘Estudio de Dieta y Salud NIH-AARP’, que maneja una muestra de 447.357 individuos no hispanos blancos a los que se realiza un seguimiento durante diez años. El resultado fue más significativo para el café con cafeína, asociándose la ingesta de más de 4 tazas de café diarias, con a mayor protección frente al melanoma maligno.
La investigación no es la primera; en 2012, investigadores de Harvard ya concluyeron que el consumo de café estaba inversamente asociado con el riesgo de cáncer de piel.
Este no es el único beneficio del café, que ha sido objeto de numerosos estudios científicos, en los que también se ha podido determinar su relación con la disminución frente al riesgo de padecer diabetes, algunos tipos de cáncer, como el de próstata, de endometrio, cáncer de colon, entre otros; o su efecto para mejorar frente a los efectos del Parkinson.