El glaucoma es un grupo de enfermedades neurodegenerativas que se caracteriza por la existencia de una lesión progresiva en el nervio óptico, siendo el factor principal de riesgo en esta, la presión intraocular elevada. Cuando se rompe el equilibrio entre la producción de humor acuoso y su salida por parte del ojo, se produce un aumento de la presión intraocular.
Síntomas del glaucoma
Uno de los problemas más relevantes del glaucoma es que no manifiesta síntomas hasta que se encuentra en una fase muy avanzada. Por eso se le conoce como ‘Ceguera silenciosa’. Actualmente el glaucoma afecta aproximadamente a más de un millón de personas mayores de 40 años en España, de los cuales, más de la mitad de ellos no sabe que lo sufren.
El retraso en la aparición de los síntomas de esta enfermedad se debe a dos factores:
- El daño en el nervio óptico produce una pérdida de visión que al principio afecta a las zonas que se encuentran más alejadas del centro de la imagen visual. Cuando llega a al centro de la imagen, es porque se encuentra ya en fases muy tardías. es en este momento cuando se produce una pérdida de visión detectable por el paciente.
- El paciente tiene dificultades para notar los cambios en su visión, ya que la progresión es habitualmente muy lenta.
La pérdida visual que se produce a causa del glaucoma no es reversible, por lo cual es importante un diagnóstico precoz de esta enfermedad.
Causas del glaucoma
La causa última de la aparición de esta enfermedad sigue siendo desconocida, pero en un gran número de casos se produce por la elevación de la presión intraocular. Actualmente se conocen diversos factores de riesgo que pueden tener influencia en la aparición del glaucoma.
Factores de riesgo en el glaucoma
- Presión intraocular elevada: cuanto más elevada sea esta, existen mayores probabilidades de que se produzca la lesión en el nervio del ojo, a la que se conoce como glaucoma.
- Antecedentes familiares de glaucoma: el riesgo de padecer glaucoma se multiplica cuando el paciente tiene padres o hermano con esta enfermedad. Cuando se tienen familiares cercanos que padecen glaucoma, es conveniente someterse a una revisión ocular.
- Pacientes en edad avanzada: a partir de los 40 años, y especialmente después de los 60, el glaucoma es mucho más frecuente.
- Miopía: algunos estudios indican que los ojos que sufren miopía, tienen nervios ópticos más susceptibles a sufrir la lesión.
- Tratamiento con corticoides por un tiempo prolongado: Incluso cuando son administrados como pomadas de aplicación tópica.
- Traumatismos oculares .Los ojos que han sufrido traumatismos, pueden desarrollar glaucoma, incluso años después.
Prevención ante el glaucoma
Esta enfermedad es actualmente, una de las causas más importantes de ceguera en el mundo. Una vez que se produce la lesión, esta es irreversible.
Esta enfermedad pasa desapercibida en sus fases iniciales, y sólo puede ser diagnosticada mediante revisiones realizadas por profesionales de la oftalmología. En estas revisiones se mide la presión intraocular y se realizan otras pruebas como la perimetría y pruebas de imagen de la cabeza del nervio óptico.
Se aconseja realizar un control anual oftalmológico de la presión intraocular, en las personas mayores de 40 años, sobretodo aquellas que tienen familiares directos que padezcan glaucoma.
Tratamiento para el glaucoma
Se trata de una enfermedad severa, pero actualmente existen tratamientos con eficacia demostrada en la mayoría de los pacientes. Estos tratamientos tienen como objetivo, reducir la presión intraocular, la cual es el principal factor de riesgo de esta enfermedad, de esta manera se consigue ralentizar o detener el avance de la lesión.
Los tratamientos deben ser personalizados, según el tipo de glaucoma que sufra el paciente, el daño que presente al inicio, la presión intraocular y diversos factores de riesgo.
Entre ellos destacan:
- Tratamiento farmacológico, utilizando colirios. Este suele ser el tratamiento inicial, gracias a su fácil aplicación y a su efectividad.
- Cirugía: Se realiza con la finalidad de crear una vía alternativa para la salida del humor acuoso, provocando así el descenso de la presión intraocular. Esta cirugía recibe el nombre de trabeculectomía, y existen diversas variantes de esta.
- Tratamiento láser: Con este tratamiento se busca también crear una vía alternativa que permita la salida del líquido. Este tratamiento sólo se utiliza en algunos tipos de glaucoma.
- Esclerectomía profunda no perforante: Con esta intervención se consigue drenar de líquido sin penetrar en el interior del globo ocular. Así se logra reducir las complicaciones del postoperatorio acelerar la recuperación del paciente.
Siempre será especialista en Oftalmología, quie realice un diagnóstico adecuado que permita decidir cuál es el tratamiento más efectivo para cada caso.