El estreñimiento infantil simple o funcional, ¿qué es?

El plátano y la manzana son astringentes. Foto: Masquemedicos

El estreñimiento simple o funcional infantil es la disminución de la frecuencia y aumento de la dureza de la deposición. Hay niños que sin estar enfermos hacen deposición con dificultad, incluso tardan días en hacer.

Las deposiciones son dolorosas y el niño se aguanta lo cual agrava todavía mas el problema. Provoca malestar, inapetencia, malhumor, cansancio fácil, los padres llegan a culpar al niño que se siente todavía más frustrado, lo cual crea un círculo vicioso de malestar familiar, que se incrementa cuando el niño ensucia la ropa interior por rebosamiento o incluso hace una defecación involuntaria.

Las heces expulsadas pueden ser tan voluminosas que lleguen a taponar el sanitario. Puede llegar a producir impactación fecal, por acúmulo de heces no expulsadas, que no se puede resolver sin ayuda médica

En el lactante pequeño los padres se asustan al ver al niño encogerse, hacer fuerzas, ponérsele roja la cara, la tripa hinchada para al final no hacer deposición o expulsar como pequeñas pelotitas en “heces de cabra”.

Por todo ello es de comprender que el estreñimiento sea motivo de consulta al Pediatra, incluso a las Urgencias Pediátricas, bien en el lactante pequeñito o en el niño mayor, en el episodio agudo de impactación, o en la forma crónica de estreñimiento habitual.

¿Por qué se produce?

El estreñimiento es funcional en el 95% de los casos, es decir que no existe enfermedad que lo provoque.

La causa suele ser un “intestino perezoso”, en el que la fibra muscular del intestino no tiene la tensión adecuada, generalmente se distiende demasiado pero no se contrae de la misma  manera (dólico-mega-colon), y evita la progresión de las heces por el tubo intestinal  a lo que se suma  una alimentación y unos hábitos de vida inadecuados.

A veces en los bebés muy pequeños existe además hipertonía del esfínter anal externo.

Tratamiento

El Pediatra excluirá enfermedad por la historia clínica y por las pruebas complementarias (Rx abdomen, ecografía abdominal, análisis de sangre…), que considere oportuno pedir e iniciará el tratamiento que consta consta de (1):

  • Modificación de los hábitos defecatorios y del estilo de vida.
  • Alimentación saludable
  • Fármacos

Para interrumpir el círculo vicioso deberemos ser comprensivos con los padres y quitar responsabilidad al niño. Conseguir que se siente todos los días durante un buen rato en el retrete, a ser posible después de las comidas, animarlo siempre y premiarlo de vez en cuando.

La alimentación deberá ser saludable. Como norma general sirven cinco comidas diarias, insistiendo en verduras, frutas (evitar plátano y manzana que son astringentes), carnes no rojas y pescados a la plancha o al vapor, lácteos, insistiendo en los yogures. Evitar grasas animales y bollería industrial y bebidas edulcoradas. Además debe ser rica en fibra (2) . Los alimentos que mas fibra tienen son los cereales integrales, el cacao en polvo, el muesli y las judías blancas (1). Insistiremos en los zumos de naranja y en el agua. Para los niños que no toman fibra con los alimentos existen medicamentos a base de fibra (2) . La actividad y el ejercicio físico ayudan a una defecación regular

Los laxantes más utilizados son:

  • El polietilenglicol (PEG). Es el de preferencia hoy en día y se puede dar a los lactantes. Una marca se presenta en sobres conteniendo polvo de 4 g para niños de 6 meses a 7 años y de 10 gramos para niños a partir de 8 años. Se dan de 1 a dos sobres al día, según la edad,  disueltos en agua.
  • Sales de magnesio. Hay un preparado que se presenta en polvo y se suele dar a los lactantes mezclados con el biberón.
  • Parafina líquida. Existen dos marcas comerciales. Se presenta en jarabe y se da por la noche para minimizar la posible interferencia con la absorción de vitaminas liposolubles. A  veces se pueden eliminar gotas de grasa con las heces.

Otros tratamientos.

  • Los enemas rectales. Hoy en día solo se aconsejan para la desimpactación y se utilizan los salinos que no tienen efectos secundarios.
  • Dieta sin proteínas vacunas. Para aquellos niños con estreñimiento crónico en los que no han resultado eficaces otras medidas.
  • Flora intestinal (probióticos). La más eficaz es la que introduce el Lactobacillus Reuteri.

Tratamiento de la desimpactación

  • Se recomienda la desimpactación oral con PEG, a dosis de 1 a 1,5 g/kg/día, (30 a 45 g para un niño de 30kg ), máximo 100 g. La dosis total se disuelve en 10ml/kg de agua.
  • Para la desimpactación rectal se utilizan los enemas de suero fisiológico a dosis de 5 ml/kg, dos a tres veces al día.
  • En los lactantes y niños pequeños podemos utilizar los supositorios o los enemas de glicerina.

Tratamiento del estreñimiento crónico

  • Dieta saludable con líquidos y fibra abundantes.
  • Introducir hábitos defecatorios y ejercicio físico
  • Laxantes:
    • PEG a dosis de 0,25 a 0,75 g/kg/día
    • Aceite de parafina, a 1-3 ml/kg/día

Tratamiento en los lactantes

  • Leches antiestreñimiento (AE) y ofrecer agua y zumos en abundancia. Si ello fracasa se puede utilizar el PEG 4000.

(1) López  Rodríguez MJ, Navas Lopez VM. Estreñimiento e incontinencia fecal.  Polanco Allué I editora. Atlas de gastroenterología pediátrica. 2014. p 135-149.

(2) Ballabriga A, Carrascosa A. La fibra en la nutrición de la infancia.  Nutrición en la infancia y en la adolescencia.  Angel Ballabriga  y Antonio Carrascosa. 2006. p 743-764.

Manuel Ruíz-Echarri – Pediatra

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