El lado bueno de las cosas

El nombre de esta película de 2012 puede presagiar un film de base edulcorada que muestre un enfoque positivista y relajante para el espectador. La realidad es que no es así, la película de David O. Russell nos presenta una comedia romántica con otros matices. El lado bueno de las cosas.

La película comienza cuando el protagonista Pat Solatano (Bradley Cooper) sale de un centro de salud mental donde ha estado unos meses por un ataque de ansiedad e ira descontrolada al pillar a su mujer con otro. En el mismo le diagnostican un trastorno bipolar y esto hace que se muestre a un Pat obsesivo, con cambios extremos en su estado de ánimo, que duerme poco y con un aumento de actividad en pro de objetivos que dan vueltas en la cabeza.

Una vez en su casa, se muestra la figura de la familia en este tipo de procesos, la presencia de un Robert de Niro como padre, también con ciertos comportamientos obsesivos como que la familia debe ver los partidos en los que apuesta, los mandos de la tele colocados al lado… Pat inicialmente no se siente a gusto porque quieren que se involucre en objetivos que pare él no son satisfactorios.

Cuando Pat sale a correr, conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence) una viuda todavía en su duelo y con depresión que se muestra dispuesta a ayudarle a recuperar a su ex mujer si a cambio él es su pareja de baile para ayudarle a ella a ganar un concurso.

La película me parece interesante porque nos implican en diferentes estados de ánimo y también porque en su parte de comedia liviana nos da muestras de como relajarnos ante problemas serios. Utilizar el deporte y el baile como escudo, aumentar nuestro entorno social nos hace reciclar nuestras habilidades sociales y recuperar de nuevo nuestro contacto con el mundo. Apoyarnos en la familia aunque no tengan nuestros objetivos.

También muestra la parte excesiva de nuestra sociedad en cuanto a la medicalización del paciente en el servicio de salud mental, la visión del amor cuando Pat habla de su exmujer y la relación que pretendía con ella…

La interpretación de ambos es buena y de hecho sirvió para nominaciones y para que Jennifer Lawrence obtuviera el oscar a la mejor actriz ese año. En muchos momentos se nos olvida que los protagonistas estén padeciendo una enfermedad mental y es aquí el quid de la cuestión. La frágil línea de lo que es patológico y de lo que no, que el comportamiento no tiene por qué ser siempre grave y clínico en una persona con un trastorno mental y pueden comprometerse en retos que le hagan crecer y por supuesto integrarse adecuadamente con el entorno.

Una película de final feliz que, porque no, puede servirnos para entrar en la estación del verano con un ánimo relajado afrontando como podemos entrar nosotros mismos por ese lado bueno de nuestra vida.

Oscar: Mejor actriz (Lawrence). 8 nominaciones, incluyendo mejor película. (2012)
Globos de Oro: Mejor actriz comedia/musical (Lawrence). 4 nominaciones (2012)
4 Critics Choice Awards: Mejor comedia, actor, actriz y reparto. 10 nom (2012)
Premios BAFTA: Mejor guión adaptado. 3 nominaciones (2012)
Festival de Toronto: Mejor película (Premio del público, 2012)
Festival de Hampton: Mejor película (Premio del público, 2012)