Si la interacción con el móvil ha eclipsado las relaciones interpersonales, es muy probable que la interacción con la IA lo acentúe aún más, lo que irá en detrimento de nuestra conexión con nosotros mismos, con los semejantes e incluso con la naturaleza.
El ser humano con cada nuevo invento, nuevo descubrimiento (el fuego, la rueda, la imprenta, la máquina de vapor, internet, el móvil, ahora la IA…) se ha ido desnaturalizando un poco más, porque la falta de interacción con la naturaleza, con el semejante, nos distancia, nos aleja y, como bien sabemos, cuanto más lejano vemos al otro, menos nos preocupamos de él, más fácil es, incluso, hacerle daño. Cuanto menos interaccionamos con la naturaleza, más nos alejamos de ella y más fácil, por tanto, es destruir nuestras plantas, bosques, animales e incluso a nuestros semejantes en aras del llamado “progreso” o del poder.
“El roce y el contacto hace el cariño” me decía mi abuelo y yo que soy hijo de agricultor y que ya hace más de 50 años trabajaba la tierra prácticamente con las manos (la azada y la hoz eran las grandes herramientas y el macho o los bueyes con los arados el mayor desarrollo jamás imaginado…) he podido ver en mis propias carnes cómo esto se ha transformado y hoy día el contacto, la interacción con la tierra y los animales se produce a distancia por medio de los enormes tractores provistos de ordenadores, GPS, etc., los fertilizantes y herbicidas (antes este proceso se realizaba prácticamente a mano…), etc., todo esto lleva acarreado una insensibilización del propio agricultor (esto lo podemos extender a los ganaderos) hacia su propia explotación, su tierra, lo que ha generado, desde una mayor comodidad (algo que siempre buscábamos debido a la dureza de la vida en el campo en aquellos momentos) una mayor productividad y un mayor desarrollo económico, pero a costa del distanciamiento y alejamiento de la naturaleza intrínseca a su labor.
No soy un detractor del progreso, pero sí quiero incidir en el aspecto del distanciamiento que nos lleva a la insensibilización hacia la naturaleza y hacia el otro y que tendremos que encontrar un punto de convivencia en este sentido. Tal vez, en este punto, lo que más nos puede alejar del contacto con un otro, con la naturaleza, pueda ayudarnos, a su vez, a tener ese tiempo, ese espacio para acortar la distancia y por tanto interaccionar con la naturaleza y el semejante.
Esto sigue dependiendo de nosotros (del uso que hagamos de nuestros propios desarrollos) y será el último reducto de nuestra naturaleza humana, si no lo cogemos seremos otra cosa pero ya no lo que yo entiendo por humanos. En este sentido se puede llegar a producir una deshumanización (las emociones, los sentimientos, la espiritualidad tenderá a desaparecer), una robotización dado que nuestro contexto lo facilita y fomenta al alejarnos, distanciarnos de las interacciones con nuestros semejantes y con la naturaleza, animales y plantas…
La otra posibilidad es que, precisamente debido a que los robots provistos de IA harán más y mejor las actividades que nosotros realizamos, tengamos tiempo para dedicarnos a nosotros mismos, a los demás, a la naturaleza. Esta posibilidad permitirá que el ser humano pueda cultivar su ser, su humanidad, su espiritualidad…
Normalmente cuando el ser humano no tiene que competir para sobrevivir se vuelve más solidario, colaborativo, incluso esto lo podemos ver en otros animales, sobradas muestras hay de interacciones afectivas entre diferentes especies cuando han sido criadas sin tener que competir por el alimento y/o por la supervivencia…
Les dejo el siguiente extracto del libro: “Maestría de la Felicidad ”, Cap. 7, Gessen y Gessen, 2024. “Nuestra opinión es que cuando la humanidad descubrió el fuego marcó un hito en la evolución. El fuego no solo brindó luz y calor, permitiendo a nuestros antepasados protegerse de los rigores del clima, sino que también revolucionó la dieta, accediendo al consumo de alimentos cocidos que eran más nutritivos y seguros. Sin embargo, el fuego también encontró su aplicación en actos de violencia y guerra, siendo usado como una herramienta de destrucción, desde incendios forestales intencionales hasta la quema de aldeas enemigas. Paralelamente, la invención de la rueda transformó el transporte y facilitó la expansión de las civilizaciones, apareciendo el comercio a larga distancia y la integración de culturas. Sin embargo, igualmente, la rueda fue un instrumento en la creación de máquinas de guerra, como carros de combate, amplificando así la capacidad de los humanos para infligir daño a otros en conflictos bélicos. La energía atómica puede destruir o ser usada para proveer energía o curar. Todo dependerá de lo que hagamos con la IA: Si la vamos a usar para la felicidad, o para nuestra destrucción.”
La IA en esta entrevista nos lo deja muy claro: No dependerá de ella, sino de nosotros…
Utopía: Representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano.
José González Guerras, Director de Centro Psicológico Self
Centro Psicológico Self en Masquemedicos
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Creo que, desde el respeto, no entiende demasiado bien lo que es una IA: no es una herramienta sino un tipo nuevo de especie. Suena a ciencia ficción pero en realidad la IA se diferencia mucho de un programa estereotipado en que puede evolucionar de maneras insospechadas.
Y el problema de la IA es que no ha aparecido como resultado de una carencia de inteligencia, de manera opuesta al fuego que apareció como respuesta al problema de la homeostasis térmica del ser humano, sino que resulta de empresas de software con intereses económicos bien claros.
Las IAs fueron creadas para venderse y vender mejor, y son muy eficaces y lo serán todavía más. En mi opinión la principal tarea del ser humano es luchar contra el marketing hoy día, ya que la corrupción política es uno de los mayores problemas de la sociedad y ésta proviene de la creciente influencia de las grandes empresas en los sectores de poder.
Pero finalmente el que permite que las grandes empresas existan y tengan la influencia que tienen es el consumidor. La IA es, sin lugar a dudas e intentando aparcar mis prejuicios a un lado, una herramienta más del poder económico de las empresas. No existen IAs “limpias” programadas por universidades o investigadores para hacer un mundo mejor.
Un amigo mío biólogo comentaba que el ser humano quizás esté creando la especie que lo extinguirá y reemplazará, yo no puedo suscribir esta conclusión porque hay saltos lógicos en su razonamiento, pero sí desde luego afirmar que las inteligencias artificiales serán perniciosas no solo por razones que usted comenta, sino además y sobre todo por quienes las manejan. Y además por la enorme velocidad de mejora que pueden adquirir, se puede usar IA para mejorar y programar otra IA; de momento no se ha hecho que yo sepa pero hay grupos de investigación en ello. Privados por supuesto.