La litiasis urinaria, también conocida como piedras en el tracto urinario (riñón, uréter o vejiga) es una enfermedad que produce con frecuencia dolor, incapacidad funcional y altera la vida social y laboral del paciente.
Actualmente, el tratamiento de la litiasis urinaria se realiza en el 95% de los casos mediante cirugía mínimamente invasiva, es decir mediante endourología (tratamiento endoscópico a través del aparato urinario). Este tipo de cirugía tiene innumerables ventajas para el paciente. En el caso de que la litiasis se encuentre en la vejiga se realiza el tratamiento con un cistoscopio y láser de Holmium, pulverizando la piedra. Si la litiasis se encuentra en el uréter se realiza el tratamiento mediante un ureteroscopio (instrumento fino y largo) que permite la destrucción de la piedra mediante láser de holmium y extracción de los fragmentos. Cuando la litiasis se encuentra en el riñón realizamos el tratamiento de dos formas diferentes: Mediante ureteroscopio flexible con pulverización de la litiasis con láser de holmium o mediante cirugía percutánea (punción directa desde la piel) usando un nefroscopio.
En todos los casos se utiliza anestesia intradural (raquídea) y el paciente es dado de alta el mismo día de la cirugía, a excepción de la cirugía percutánea en la que el paciente permanece 24 o 48 h en el hospital.
Preoperatorio de la cirugía de la litiasis
Aunque se trata de una cirugía mínimamente invasiva con poca repercusión sobre el organismo, es necesario que acuda a la consulta del anestesista para un control de los medicamentos que está tomando, realización de analítica de sangre (para estudio de hemograma y coagulación) y electrocardiograma. Únicamente, en algunos pacientes por sus patologías previas es necesario hacer radiografía de tórax. Una vez dado el visto bueno por parte de anestesia, puede llevarse a cabo la cirugía.
Desarrollo de la técnica
En el caso de que se trate de una cirugía por litiasis vesical, se realiza con un cistoscopio y una fibra de láser de holmium de grueso calibre (entre 600 y 1000 micras) con pulverización de la litiasis y posterior colocación de sonda vesical durante unas horas, que se retira antes del alta hospitalaria.
Para el tratamiento de una litiasis ureteral o renal se introduce un ureteroscopio semirrígido o flexible hasta llegar a la piedra, se usa una fibra de láser holmium de menor calibre (200-600 micras) y se pulveriza o se fragmenta la litiasis y se extrae en pequeños trozos mediante una cestilla.
Si corresponde hacer una cirugía percutánea renal se realiza una punción con aguja del riñón sobre la zona donde se encuentra la litiasis (habitualmente a través de un cáliz) y se dilata ese trayecto hasta poder llegar con un nefroscopio y fragmentar la piedra y posteriormente se extrae por ese trayecto con cestilla.
¿Dónde se debe acudir para solucionar su problema de litiasis?
Debería acudir a la consulta de un urólogo especializado en litiasis y en el tratamiento mínimamente invasivo de este tipo de patología. Es importante realizar un adecuado estudio de la vía urinaria y de la litiasis para plantear un tratamiento definitivo y rápido para el paciente.
¿Es necesario pasar la noche en el hospital?
Habitualmente no. Cuando se trata de una litiasis vesical se soluciona de forma endoscópica y habitualmente a las 4-5 horas de la cirugía el paciente puede irse a casa. Si se trata de una litiasis ureteral o renal a la que se va a realizar ureteroscopia semirrígida o flexible ocurre igual que para las litiasis vesicales, el paciente puede marcharse a casa habitualmente a las 4-5 horas de la cirugía. Solo en el caso de una cirugía percutánea por una litiasis renal, el paciente deberá permanecer en el hospital 24 o 48 h.
No obstante, siempre hay que individualizar cada caso, y la estancia en el hospital podría alargarse en función del tipo de litiasis y de las patologías previas que tenga el paciente.
Tipo de anestesia
Como ya he comentado anteriormente, habitualmente la mayoría de los pacientes se anestesian mediante anestesia raquídea intradural, no siendo preciso anestesia general con intubación, aunque lógicamente existen excepciones. Todo ello se desarrolla por parte de un anestesista, que es quien decide el mejor tipo de anestesia para el paciente
¿Existe dolor en el postoperatorio?
Habitualmente no. Al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva no hay heridas, y únicamente en aquellos pacientes en los que es necesario dejar un catéter doble jota (tubo interno que va desde el riñón a la vejiga) puede existir molestia o dolor leve que puede tratarse mediante pastillas por vía oral.
La gran ventaja del tratamiento endoscópico de la litiasis por parte de un urólogo experto, es que se resuelven la mayor parte de las litiasis, con mínimo dolor, sin estancia en el hospital y con una pronta recuperación, que permite al paciente recuperar su vida social y laboral.