Cuáles son los orígenes de la mayor parte de las enfermedades que nos afectan a medida que vamos envejeciendo como el cáncer, el alzheimer, la diabetes, las patologías cardiovasculares… Dónde está molecularmente el origen de las enfermedades… Son algunas de las preguntas que plantea María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y jefa del grupo de Telómeros y Telomerasa. Siempre le había obsesionado intentar entender por qué enfermamos y ha dedicado su vida científica a estudiar el envejecimiento como origen de las enfermedades.
Desde hace 20 años, investiga para frenar la progresión de patologías degenerativas y también para buscar nuevas estrategias que puedan acabar con el cáncer, una enfermedad asociada al envejecimiento.
De todo ello habló en Zaragoza, invitada por Fundación Ibercaja, en un acto en el que le acompañó Alberto Jiménez Schuhmacher, director del Grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón.
¿Curar el envejecimiento?
María Blasco sitúa en el envejecimiento de las células el origen de las enfermedades más frecuentes y sus líneas de investigación se dirigen a tratar de frenarlo. En el año 2050, un tercio de la población tendrá más de 65 años y, por lo tanto, habrá más personas con alzheimer, cáncer o diabetes. Las enfermedades o los problemas en nuestro organismo aparecen mucho antes de que decidimos acudir al médico, años o incluso décadas antes del diagnóstico.
Explica la directora del CNIO que la vida no tiene una fecha de caducidad sino que es la capacidad de una célula de crear otras. Una de las causas del envejecimiento es el acortamiento de unas estructuras que se conocen como telómeros, así que éste se podría frenar si se lograse el mantenimiento de esas estructuras.
El cáncer y las células inmortales
El cáncer empieza a ser prevalente a partir de los 40 y los 50 años, el cáncer de mama, próstata, colon… todos ellos están asociados al proceso de envejecimiento. Si se pudiera conocer por qué se produce el envejecimiento de las células también se podría entender un poco más el origen de esta enfermedad.
Los tumores son capaces de mantener los telómeros y hace que las células del cáncer sean inmortales. En la investigación que llevan a cabo desde el CNIO intentan destruirlos para quitar a los tumores la capacidad para dividirse de manera indefinida.
Las células normales envejecen y mueren, las del cáncer no. María Blasco explica que han conseguido encontrar cómo destruir estos telómeros en células de tumores cerebrales como el glioblastoma.
Sobre la evolución de esta enfermedad, reconoció que cada día “los pacientes tienes más opciones de tratamiento, pero hay que ser realistas porque hay muchos tipos de cáncer y muchos en niveles avanzados son difíciles de tratar”, dijo. En el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han apostado por trabajar sobre la metástasis del cáncer que es lo que más muertes produce y sobre lo que existe poca investigación, de ahí que no haya tratamientos que tengan efectividad en la metástasis e “investigamos para que un día se pueda prevenir y tratar más eficientemente”, aclaró María Blasco.
ADN, la molécula de la vida
Hay que ser conscientes de que la investigación de las patologías por las que morimos más frecuentemente son relativamente recientes. “Hasta finales de los años 60 y 70 todavía no se entendía cuál era siquiera la molécula de la vida que es el ADN. Hace muy poco que estudiamos de manera profunda muchas enfermedades”, comentó.
María Blasco es una investigadora con una amplia trayectoria y reconocimiento internacional. Logró su doctorado en 1993 en el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” bajo la supervisión de Margarita Salas, pero también en su recorrido profesional figura haber trabajado en Nueva York en el laboratorio dirigido por Carol Greider, Premio Nobel de Medicina.
Ella dice que le costó decidir qué quería ser, sabía que le gustaba encontrar el porqué de las cosas pero el interés por la investigación no se despertaría en ella hasta que asistió a una charla de divulgación científica en el instituto en el que estudiaba.
Apunta que todas las investigaciones “merecen la pena y pueden revolucionarlo todo, nunca sabes por dónde puede venir la revolución en investigación”.
Melania Bentué (Estrategias de Comunicación)
Blog de Zoe (Blog de la autora)
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Como genetista clínico con más de 35 años de experiencia, de los cuales los últimos 11 años los he dedicado a la oncogenética, con placer me he detenido en esta publicación de la Dra Blasco.