Nosotros como seres individuales dinámicos vivimos procesos de cambio no sólo a medida que pasan los años sino como resultado de nuestro aprendizaje y de nuestras decisiones. Las relaciones con los demás, y de manera específica las relaciones de pareja, pasan también por cambios y etapas. Es importante tener esto en cuenta para no vivir esas transformaciones con frustración, incertidumbre y quedando bloqueados en la etapa pasada que en muchas ocasiones no regresa y no quiere decir que la actual sea negativa, sino diferente.
Cada pareja vive su propio proceso de evolución pero se han observado que muchos hitos vivenciales suponen un periodo de crisis para un alto porcentaje de las relaciones observado incluso en diferentes generaciones.
La primera crisis de pareja
La primera crisis puede surgir en el momento de la convivencia en un mismo techo. La pareja lo vive con ilusión y con grandes expectativas sobre la vivencia de pasar el día a día juntos. Las personas aportan sus propias individualidades y la dificultad llega a la hora de integrar las dos para construir una y para aceptar aquellas partes de cada uno que no van a cambiar ni se van a integrar del todo en la rutina común. Este paso en ocasiones se idealiza y cuando llegan las discusiones hay personas que lo viven con gran malestar, es importante fomentar la comunicación puesto que como cualquier actividad en grupo la negociación, la confianza y el diálogo son pilares básicos para llegar a un entendimiento. Es importante respetar la libertad del otro, tener una vida en común no debe de significar perder totalmente nuestra parcela individual, ni tampoco tener que ejercer un control sobre los pasos de nuestra pareja. Si esto sucede es que el miedo nos está controlando.
La segunda crisis de pareja
La siguiente crisis se suele situar a nivel temporal en los dos años bien de relación sin convivencia o bien tras la decisión de convivir o tras el matrimonio, es un periodo donde la pareja suele vivir un proceso de análisis ¿Cómo nos sentimos? ¿Qué grado de compromiso hemos puesto encima de la mesa y como lo hemos demostrado? ¿Cómo están nuestras relaciones con el resto de la familia? ¿Tiene la pareja proyectos de futuro? Las parejas que no son capaces de contestar a estas preguntas o de definir bien como se encuentra su relación de pareja en estos momentos viven en ocasiones una etapa de crisis que hace que la pareja se resienta. Hay que tener en cuenta que tras los dos años la etapa de enamoramiento y el deseo sexual disminuye y se transforma dando paso al cariño, la intimidad que son muy importantes pero que no todas las personas le dan la misma importancia que a esos momentos de pasión.
La tercera crisis de pareja
La tercera crisis de una pareja suele aparecer tras el momento de decidir si tener hijos o no o para aquellos que lo tienen claro una vez que el pequeño llega al hogar. El impacto psicológico del embarazo para la mujer, la gestión que la pareja haga del mismo son importantes. También la implicación de los miembros hacía el niñ@ hace que en muchas ocasiones la vida en pareja se resienta y llegue el momento de reinventarse y buscar espacio para los dos.
La cuarta crisis de pareja
La cuarta crisis es la estimada alrededor de los siete años. La pareja habitualmente ha cumplido los proyectos que tenían en mente, han disfrutado de planificar los momentos importantes juntos y llega un punto donde la rutina se instaura y muchas parejas encuentran un punto crítico donde no sienten que se haya mantenido esa complicidad necesaria tras el enamoramiento y el resto de etapas, donde no hay una afectividad suficiente, falta sintonía y nadie es culpable simplemente han caído en la rueda de las obligaciones y el ritmo rápido y no han centralizado atención en esa parte.
La quinta crisis de pareja
La quinta crisis, si se ha superado la anterior, surge cuando uno de los miembros toma consciencia de cumplir una determinada edad y empieza “la etapa de cuestionamiento”, la pareja debe renovar sus necesidades pero en muchas ocasiones los miembros empiezan a hacer su camino de forma individual totalmente y eso puede hacer que la pareja se quiebre. En aquellas parejas que tienen hijos este momento suele coincidir cuando el menor es adolescente. Surgen preguntas muy amplias ¿He hecho todo lo que quería de joven? ¿Cuáles son mis planes de futuro?…
La sexta crisis de pareja
La siguiente crisis ya suele aparecer o bien cuando las parejas que tienen hijos ven como estos se van de casa y surge el llamado “síndrome del nido vacío” o cuando no hay hijos y han pasado 20 años juntos y hay una convivencia pero cuesta encontrar el sentimiento de unión y alguno de los dos se siente solo.
Otras parejas viven momentos de crisis ante situaciones imprevistas que trae la vida como enfermedades, accidentes, cambios de trabajo, vivir en otro país…
Si tienes dudas de cómo se encuentra tu pareja, si necesitáis ayuda para afrontar una crisis de pareja o recomendaciones para seguir manteniendo una pareja equilibrada consulta con un profesional de la psicología. En Masquemedicos puedes encontrar a los mejores expertos en terapia de pareja en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Vigo, Almería y el resto de localidades de España.