La flacidez en las piernas y las alteraciones en el aspecto y la forma de los muslos son muy habituales. El paso del tiempo y la disminución de la producción de colágeno y elastina, el envejecimiento de los tejidos, los cambios bruscos en el peso, los embarazos… son algunas de las causas más habituales que producen esos cambios en los muslos.
Lo más habitual es encontrar laxitud en la piel de los muslos. Esto provoca que la cara interna de los mulos se vea flácida, como colgando. Este problema es especialmente notorio en aquellas personas que han sufrido un cambio brusco de peso corporal o en aquellas que padecen de obesidad.
Los acúmulos grasos también son muy habituales en la zona de los muslos, tanto en la parte externa, lo que se conoce como cartucheras, como en la zona de las ingles (parte interna). En muchas ocasiones esta grasa no responde ni al ejercicio intenso ni a las dietas estrictas.
En otras ocasiones la alteración en el aspecto de los muslos se debe al exceso de piel, lo que provoca que el muslo se vea arrugado, muy poco liso con numerosas estrías.
¿Cómo corregir y mejorar la flacidez en los muslos?
Existen distintos tratamientos más o menos invasivos para mejorar la apariencia de la piel en esta área del cuerpo.
Corregir la flacidez en las piernas con tratamientos no invasivos
Uno de los tratamientos no invasivos y que han demostrado ser más efectivos para tratar la flacidez de los muslos es la radiofrecuencia.
Con la radiofrecuencia que realiza un calentamiento controlado de los tejidos que se encuentran en capas profundas de la zona de los muslos. De esta manera se estimula la producción de elastina y colágeno, que son las proteínas más importantes para que la piel tenga elasticidad y firmeza.
Además de la estimulación de las células de la piel se consigue una regeneración celular y la mejora de la circulación sanguínea. El resultado es una piel más tensa, firme y tonificada.
Es un procedimiento especialmente efectivo a la hora de tratar casos de flacidez leve y/o moderada en los muslos. Hay que recordar que con el tratamiento no se produce pérdida de peso, por lo que es más efectivo cuando no existe un exceso de grasa en la piel del paciente.
Es un tratamiento que no requiere cirugía ni tiempo de recuperación significativo ni de efectos secundarios relevantes, los resultados son inmediatos y duraderos; es más, el paciente notará mejoría con el paso del tiempo.
Otro tratamiento de los tratamientos no invasivos más empleado es el ultrasonido. Se trata de una técnica que emplea energía de ultrasonido focalizada para calentar la piel y estimular de esta manera la producción de colágeno, lo que mejora la elasticidad y la firmeza de la piel.
Es muy efectivo cuando aparecen los primeros signos de envejecimiento. Ayuda a reducir los acúmulos grasos, a remodelar el contorno corporal, a reducir la celulitis, a tensar la piel y a mejorar la calidad y la vascularización de la piel.
Lifting de muslos para corregir la flacidez
El lifting de muslos o cruroplastia es un procedimiento indicado para mejorar los contornos y el tono de los muslos. Esta cirugía funciona eliminando el exceso de piel y grasa, devolviendo a los muslos su tersura y firmeza natural, eliminando por completo la flacidez, el descolgamiento y las arrugas.
Con esta intervención también se alivia el dolor y la irritación que se produce cuando los muslos se frotan continuamente entre sí.
Generalmente, el lifting se realiza tras una liposucción que permite reducir volumen, especialmente en la cara interna del muslo, que es donde suele haber más flacidez. Con el lifting se tensa la piel y se reposicionan los tejidos.
Las incisiones se realizan en la parte interna o externa de los muslos; su ubicación y longitud dependerá de la cantidad de piel a retirar.
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Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos