La salud ocular es un aspecto fundamental del bienestar general, pero muchas veces pasamos por alto que lo que comemos tiene un impacto directo en nuestra visión. Nuestros ojos dependen de ciertos nutrientes para mantenerse en buenas condiciones, cuando obtenemos malos hábitos alimenticios, corremos el riesgo de desarrollar problemas de vista a largo plazo.
1. Exceso de azúcar
El consumo excesivo de azúcar es un hábito alimentario común que puede tener malas consecuencias para la vista. Elevamos los niveles de glucosa en sangre, pudiendo dañar los vasos sanguíneos pequeños en los ojos. Para reducir los riesgos, en lugar de optar por dulces y postres procesados, puedes optar por fruta fresca, que además de endulzar naturalmente, contienen fibra, vitaminas y antioxidantes beneficiosos para la vista.
2. Falta de antioxidantes (vitaminas C y E)
Los antioxidantes, especialmente las vitaminas C y E, protegen los ojos contra el daño celular. Estas moléculas inestables pueden deteriorar las células oculares con el tiempo, aumentando el riesgo de desarrollar cataratas y degeneración macular, una de las principales causas de ceguera en personas mayores. Para asegurarte de que obtienes suficientes antioxidantes, incluye en tu dieta alimentos ricos en vitamina C y E.
3. Deficiencia de ácidos grasos Omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para mantener la salud ocular y prevenir el síndrome de ojo seco al promover la producción de lágrimas y la lubricación ocular. Sin embargo, muchas personas no consumen suficientes omega-3 en su dieta diaria. Puedes aumentar el consumo de omega-3 incorporando pescados grasos como el salmón, atún y sardinas en tu dieta. También puedes obtenerlo de fuentes vegetales como las semillas de chía, las nueces y el aceite de linaza.
4. Dieta alta en grasas saturadas
Las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol en la sangre. Esto puede afectar el flujo sanguíneo hacia los ojos, reduciendo el aporte de oxígeno y nutrientes esenciales que necesitan para funcionar correctamente. El consumo frecuente de comida ultra procesada puede estar relacionado con el desarrollo de enfermedades oculares como la degeneración macular. Reemplaza las grasas saturadas por saludables y al cocinar, elige métodos como asar o cocer al vapor en lugar de freír los alimentos.
5. Consumo insuficiente de agua
El agua es vital para la salud de todo el cuerpo, incluidos los ojos. Mantenerse bien hidratado es esencial para la producción adecuada de lágrimas, que son las responsables de mantener los ojos húmedos y lubricados, si no pueden volverse secos, irritados y más propensos a sufrir infecciones. Asegúrate de beber al menos 8 vasos de agua al día para mantener una buena hidratación ocular. Si te cuesta recordar beber agua, lleva siempre una botella contigo.
6. Exceso de cafeína
El consumo excesivo de cafeína puede causar deshidratación, afectando directamente a la salud ocular, y elevar la presión ocular, un factor de riesgo en personas propensas al glaucoma. Limita tu consumo de café a 1 o 2 tazas diarias, y asegúrate de beber agua para contrarrestar cualquier efecto deshidratante. También puedes optar por versiones descafeinadas o infusiones de hierbas.
En la Unidad de Oftalmología de Valenclinic, dirigida por la Dra. Catalina Navarro, te ayudamos a mejorar tu imagen a la vez que cuidas tu salud.
Doctora Catalina Navarro – Cataratas, Cirugía refractiva, DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), Glaucoma, Oftalmología infantil.
Ver comentarios (1)
Los antioxidantes ingeridos no han demostrado eficacia en el retardo de las lesiones del ADN u otras moléclulas responsables de la estabilidad celular, a pesar de lo intuitivo de la idea. Los antioxidantes presentes en el núcleo y citoplasma como la superóxido dismitasa o la catalasa se encargan de ello y su síntesis no es regulada por un mayor consumo de antioxidantes.
La cafeina es una de las sustancias mejor investigadas en el contexto del rendimiento deportivo, y en modo alguno inducen a deshidratación. Fue un mito común al descubrir que el aumento transitorio de la presión arterial inducido por el café podría aumentar la tasa de filtración glomerular, pero más tarde se descubrieron mecanismos compensatorios de manera que una taza de 200 ml de café equivale a 200 ml de ingesta de agua. Es el mito del café diurético (no lo es, indice micción pero la orina es más concentrada y no se pierde más agua. Tampoco el té ni las infusiones son diuréticas)
No tengo críticas acerca del consumo excesivo de azúcar, grasas saturadas así como insuficiencia de acidos grasos poliinstaursdos y agua.