En este viernes de cine os dejo una película española que para aquellos que pertenecen al gremio de la psicología les puede aportar una visión de lo importante que es respetar el código deontológico de la profesión, así como la parte técnica como profesionales, que siempre contiene límites emocionales entre otras cuestiones. Aquellos que no sean profesionales igualmente se verán sometidos a debate ¿Hay motivación en la mala conducta del protagonista? o en cambio ¿Se puede plantear que hay perfiles que poseen una maldad innata?
El protagonista en cuestión es Nico Albert, un joven que se encuentra dentro de una adolescencia que parece complicada, (¿Quién entraña la adolescencia sin dificultad?) con carácter introvertido, superdotado y con una pasión: el ajedrez.
Ante un aumento en su espiral de conflicto e introversión, sobre todo con su padre, ambos progenitores deciden solicitar ayuda a un psicólogo infantil Julio Beltrán. Este decide conectar la terapia al ajedrez para intentar entrar en el mundo profundo de Nico. ¿Sera está la puerta adecuada? ¿Necesita realmente el menor intervención?.
Hijo de Caín. Basada en la novela de Ignacio García-Valiño
La película versa sobre la novela de Ignacio Garcia-Valiño titulada Querido Caín, que profundiza mucho en aspectos psicológicos más puros, puesto que este es psicólogo con larga trayectoria como psico-pedagogo y obtiene en el libro obra una buena tensión a través de esa visión psicológica hasta el final. El director de la película Jesús Monllaó escogió esta novela del 2006 para hacer su Ópera prima con un buen resultado.
Un buen reparto con el debut cinematográfico de Nico a través de David Solans, el padre por un estupendo José Coronado, la madre María Molins, Julio Manrique como Julio Beltrán y apoyo la figura experimentada de Jack Taylor.
Como profesional de la psicología echo en falta que la película muestre más tintes biográficos de Nico y de sus padres que permitan un tratamiento de los personajes con los que puedas identificarte más.
Por lo demás obtendrá giros de guión que te enganchen resultando una película entretenida, con tintes dramáticos pero que mantiene el ritmo del thriller clásico.
Buen fin de semana