La cirugía plástica, estética y reparadora se ha practicado durante miles de años y ha ido evolucionando y desarrollándose desde sus orígenes en las antiguas culturas de la India. Dentro de la especialidad, la abdominoplastia puede considerarse una intervención relativamente “joven”, ya que cuenta con poco más de 100 años.
Se trata de una intervención recomendada para aquellas personas que desean combatir la flaccidez abdominal. Esta puede surgir como consecuencia de diferentes factores como son el paso de los años las fluctuaciones en el peso… y, en el caso de las mujeres, el embarazo. Permite eliminar el exceso de piel y grasa de la zona abdominal que no responde al ejercicio o a la dieta, además de tensar la musculatura de la pared abdominal, consiguiendo un vientre firme y plano. En nuestra clínica solemos combinarla junto con la liposucción para eliminar el exceso de grasa en la zona superior del abdomen, los flancos y la espalda.
Orígenes de la abdominoplastia
Al igual que sucede con muchas técnicas de cirugía plástica, la abdominoplastia se desarrolló originalmente con fines médicos no estéticos. Los cirujanos que se encargaban del tratamiento de las hernias umbilicales (protrusión del ombligo) se dieron cuenta de que los ombligos sobresalientes o más grandes de lo habitual iban acompañados de un exceso de piel y grasa abdominal.
Durante la primera “dermolipectomía” (cirugía consistente en la eliminación del exceso de piel y grasa abdominal), realizada en la década de 1890 por cirujanos franceses, se constató que eliminando el exceso de piel de los pacientes para mejorar el acceso a la hernia se conseguía una rápida e inmediata mejora en el contorno corporal del paciente. El procedimiento se extendió rápidamente por los Estados Unidos, donde se realizó la primera cirugía estética de abdomen, fue en Maryland en 1899.
Pese a que con las primeras abdominoplastias se conseguía una mejora en la apariencia del abdomen, los resultados estéticos no eran los ideales: en la mayoría de los casos se eliminaba el ombligo, dejando una apariencia antinatural del abdomen. Los cirujanos franceses y alemanes desarrollaron soluciones para corregir este problema entre 1905 y 1909, utilizando ubicaciones alternativas para las incisiones. En la década de 1920 se lograron nuevos avances encaminados a preservar las estructuras internas del ombligo.
Las Guerras Mundiales y el auge de la abdominoplastia
El aumento exponencial de la necesidad de cirugías reconstructivas del abdomen durante las guerras mundiales ayudó a que las mejoras de las técnicas empleadas en la abdominoplastia aumentasen a un ritmo vertiginoso. Aparecieron numerosos centros especializados en reconstrucción de heridos, tanto en Europa como en Estados Unidos. Estos generaron una riqueza de conocimientos médicos que ayudó a mejorar los resultados y allanó el camino para el rápido crecimiento del procedimiento.
Avances más actuales en abdominoplastia
Los avances más importantes en la abdominoplastia se han producido en los últimos 30-40 años, sobre todo por la mejora en las técnicas y materiales de sutura. Entre los 60 y los 80 se desarrollaron enfoques que minimizaron el impacto de las cicatrices y permitieron mejoras significativas. Estos son algunos de los avances más importantes: en 1973 Grazer describió por primera vez la incisión en la “línea media del bikini”, que permitía que la cicatriz quedase escondida con la ropa interior y/o bikini; en 1975 Illouz introdujo el uso de la cánula roma para la lipoaspiración y en 1988 la abdominoplastia empezó a realizarse junto a la liposucción.
En los últimos años, el Dr. Saldanha ha revolucionado el concepto de la “lipo-abdominoplastia” combinando ambas técnicas quirúrgicas para obtener unos mejores resultados con menos complicaciones.
El desarrollo y perfeccionamiento de estas y otras técnicas ha permitido que la abdominoplastia se convierta en el procedimiento seguro y eficaz que es hoy en día.