Dicen que es mejor prevenir que curar. Un dicho que viene muy bien para hablar del deporte, de la actividad física, de la necesidad de una buena preparación y de una serie de medidas preventivas. Los médicos y expertos en medicina del deporte llaman la atención sobre el running y la creciente afición por participar en maratones, medias-maratones, carreras de todas las distancias…
Cuidado que nadie dice que el deporte no sea bueno. De hecho, Emma Roca, bioquímica, bombera y campeona del mundo en ultramaratones recuerda que la gente “se tiene que mover, que el sedentarismo mata”. Sin embargo, la actividad deportiva debe estar ligada a un entrenamiento adecuado y a unos controles médicos. Con ambas cosas, se evitarían muchas de las muertes en carreras deportivas.
Un estudio realizado con 500 corredores muestra que el corazón es sensible a correr largas distancias, que la falta de entrenamiento puede provocar lesiones musculares irreversibles y problemas hepáticos y renales. Además, es importante subrayar que hay un 21% de los corredores que experimenta síntomas como el dolor torácico o mareos durante una carrera y no consulta con nadie.
Emma Roca, bioquímica y campeona de ultramaratones, y Pedro Manonelles, presidente de la Federación de Medicina del Deporte, han participado en la jornada sobre ejercicio físico y salud que se ha celebrado en la Escuela de Salud Pública de Menorca.
El corazón, sensible a largas distancias
El estudio que se ha llevado a cabo con diferentes hospitales e instituciones, pone de manifiesto las consecuencias que una mala práctica deportiva tiene sobre la salud. Se debería hacer un mínimo de dos horas y media de ejercicio físico a la semana, pero lo que no parece tan claro es dónde está el límite. “No todo el mundo está preparado para hacer el mismo tipo de deporte”, explica Emma Roca, quien recuerda que para “salir a correr no basta con ponerse unas zapatillas”.
Según recoge el estudio, el corazón es un órgano sensible a correr larga distancia. El trabajo realizado muestra que el ventrículo derecho es más delgado que el izquierdo y, por lo tanto, es más sensible al bombeo de la sangre, sufre más, “esto es fisiológico, de nacimiento, no depende del entrenamiento”. Este es uno de los elementos que marca la necesidad de realizar revisiones y controles médicos antes de llevar a cabo una actividad deportiva regular y, por supuesto, si se compite.
Al menos un 80% de los corredores no realiza ningún tipo de estudio previo, señala el doctor Pedro Manonelles. Entre los datos aportados, ha destacado que:
- Las personas de más de 35 años, la mayoría de las muertes súbitas haciendo deporte son por una cardiopatía isquémica, “un porcentaje significativo podría evitarse si se llevaran a cabo las pruebas médicas”.
- En torno a un 5% de los que corren experimentan dolor torácico.
- Alrededor de un 7% afirman haber sufrido disnea, dificultad para respirar.
- Un 10% dice que sufrieron mareos y síncopes durante la carrera.
- Hay un 21% que no consulta con nadie estas cuestiones.
Todos estos datos y situaciones explican el goteo de fallecimientos que se producen a lo largo del año.
Emma Roca, campeona del mundo de ultramaratones, recuerda que antes de participar en carreras hay que seguir unas pautas:
- Entrenamiento progresivo y elección de pruebas.
- Llegar a una ultramaratón supone una preparación de más de tres años.
- Además, de todas las implicaciones cardiovasculares, una falta de entrenamiento lleva a roturas musculares, problemas hepáticos y renales, con un riesgo muy alto de lesiones irreversibles.
- Una dieta desequilibrada, con falta de magnesio, por ejemplo, provoca un peor rendimiento
- La deshidratación puede afectar al riñón.
- Se debe dormir bien antes de una carrera, porque hay gente sobreentrenada pero que no duerme lo suficiente en los días previos.
Una preparación adecuada y las revisiones médicas son los elementos clave que pueden evitar los problemas a quienes deciden participar en carreras largas. El doctor Pedro Manonelles comenta que en nuestro país hay 3,5 millones de corredores y la media de edad pasa de los 40 años. Aquí, apunta este experto en Medicina del Deporte, los que tienen más riesgo son los que sin una base empiezan a correr a estas edades y también los que siendo más jóvenes habían hecho deporte pero han pasado años sin hacer nada y ahora vuelven a engancharse.
Melania Bentué (Estrategias de Comunicación)
Blog de Zoe (Blog de la autora)