El ginecólogo tiene un papel primordial en la salud reproductiva de la mujer, especialmente en la prevención.
El Dr. Isidoro Bruna, Director Médico de HM Fertility Center ya lo expuso en un documento publicado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia en el año 2012.
La actuación del ginecólogo es crucial en la salud de la mujer, en el ámbito reproductivo.
Es sumamente importante que el profesional haga una pregunta de rigor a la paciente: “¿Ha pensado en buscar un embarazo?”. Esta debería ser una cuestión imprescindible en todo chequeo ginecológico.
El objetivo de la prevención primaria es evitar que surjan complicaciones relativas a posponer el embarazo hasta el momento que se considere adecuado, por esta razón debe formar parte de la asistencia prenatal.
Dada la importancia de una correcta atención ginecológica, para la fertilidad de la mujer, los profesionales de esta especialidad médica debe seguir una serie de pautas que resultan imprescindibles.
Pautas que deben seguir los ginecólogos ante la fertilidad
Cuando una pareja lleva más de un año intentando conseguir un embarazo de forma natural, el ginecólogo no debe mantener una actitud expectante. Después de un tiempo superior a 12 meses en la búsqueda del embarazo, es posible que exista una disfunción reproductiva, ya sea en la mujer o en el hombre, especialmente cuando la mujer se encuentre en una edad por encima de los 35 años.
Es importante no otorgar al estrés o la ansiedad una influencia sobrevalorada en la fertilidad. No es común que la subfertilidad tenga un origen estrictamente “psicógeno”.
Si existe ansiedad a causa de la posible existencia de un problema reproductivo, la mejor estrategia para mitigarla es intentar llegar a un diagnóstico.
Un ginecólogo no debe olvidar que el ciclo ovárico es un proceso dinámico. En cada momento del ciclo, las secreciones hormonales que conlleva el desarrollo folicular, son diferentes. No es obligatorio realizar un estudio hormonal si no es el momento adecuado para ello. Es muy importante el día del ciclo en que se lleva a cabo la analítica, ya que durante las fases folicular, periovulatoria o secretora, los niveles plasmáticos hormonales son variables.
Con cada determinación hormonal, el ginecólogo debe saber qué busca, no es necesario que se solicite realizar estudios hormonales exhaustivos.
Así mismo es importante estudiar de manera simultánea y coordinada, al hombre y la mujer que forman la pareja. De nada sirve realizar pruebas y diagnosticar que la mujer tiene trompas permeables, si no se conocen aún los parámetros seminales del hombre. Igual es no es útil saber que el seminograma del hombre es normal, si no se ha analizado la reserva folicular de la mujer.
Un buen ginecólogo no debe infravalorar patologías ginecológicas que tienen influencia en la fertilidad femenina. Desde la endometriosis hasta los pólipos endometriales, desde los ciclos menstruales irregulares hasta la hiperprolactinemia, etc… Es conveniente descartar cómo pueden estar influyendo en la fertilidad de la mujer.
También es importante recordar que no se debe llevar a cabo un chequeo ecográfico rutinario sin realizar un recuento de folículos antrales.
Otra pauta que distingue a un buen ginecólogo, es tener presente siempre que cualquier cirugía sobre el aparato genital femenino debe ser lo más conservadora posible. Especialmente cuando se trata de una cirugía ovárica. Cualquier cirugía puede influir sobre el resto de parénquima ovárico histológicamente normal.
En las mujeres mayores de 37 años, es conveniente valorar la reserva ovárica, antes de indicar una miomectomía, con el objetivo intentar mejorar el pronóstico reproductivo. El beneficio que se puede obtener tras extirpar unos miomas subserosos o intramurales puede verse muy limitado si al cabo de los 9 meses de la miomectomía la reserva folicular está muy comprometida.
No debe preguntar a una mujer que se encuentra en edad reproductiva, si está intentando quedarse embarazada.
El ginecólogo debe velar por salud y fertilidad de la mujer en todo momento, tanto en la realización de pruebas y análisis, como en el tratamiento de cualquier patología y por supuesto, en la prevención.