La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina, y entre los preparativos debemos recordar llevar a los niños a una revisión visual con el oftalmólogo.
¿Por qué es importante? La visión tiene una gran importancia en el desarrollo integral de los niños. Hay que diferenciar dos conceptos, la vista, es decir, tener una buena agudeza, permite al niño desenvolverse en su entorno con seguridad. Cuando se habla de una buena visión, implica que el niños sea capaz de procesar correctamente la información que recibe del entorno, dándole un significado y comprendiéndolo. Por lo tanto, este es un aspecto importante para potenciar el aprendizaje en edad escolar.
¿Desde que edad hay que llevar al niño a una revisión de la vista?
Muchas de las alteraciones visuales aparecen antes de los primeros 6 años de vida, y el impacto de estas puede ser considerable en el desarrollo del niño. Es importante realizar una primera revisión tras el nacimiento, para detectar cualquier posible anomalía congénita en la estructura ocular.
Para descartar alteraciones o estrabismo, en los dos primeros años del niño, debe realizarse una exploración del segmento anterior y posterior. El oftalmólogo debe asegurarse, de que hay simetría en el desarrollo de ambos ojos, detectando si se padece de ojo vago.
Las capacidades visuales están en desarrollo hasta los 6 años, y las exigencias visuales aumentan, por eso debe mantenerse una rutina de revisiones cada año para controlar que estas no provocan alteraciones en el sistema visual, ya que el sistema visual no llega a su madurez hasta los 12 años aproximadamente. Es muy importante realizar estas revisiones, pues una mala visión es la causa de un porcentaje elevado de fracaso escolar.
Un buen momento para realizar esta revisión, suele ser al terminar las vacaciones de verano, de cara al nuevo período escolar.
Algunos de los signos de alerta que debemos tener en cuenta
- El niño se aleja o acerca demasiado al libro cuando lee.
- Cuando quiere fijar un estímulo, el niño inclina la cabeza o guiña un ojo.
- Presenta desviación en el ojo o realiza movimientos fuera de norma.
- Existe bajo rendimiento escolar
- Se queja ante las actividades de lectura, llegando incluso a evitarlas.
- Presenta retraso en la velocidad lectora en comparación con otros niños de similar misma edad.
- Cuando lee en voz baja cambia sílabas o se salta líneas.
- Tiene problemas para comprender o recordar bien algo que acaba de leer, o necesita leerlo varias veces.
- La lectura está acompañada con movimientos de cabeza a la lectura o el dedo
- Realiza expresiones de esfuerzo, presenta ojos llorosos y ojo rojo cuando realiza tareas.
- Al final del día el niño manifiesta molestias o dolores de cabeza.
¿Cada cuánto tiempo es conveniente realizar una revisión oftalmológica?
La detección precoz es fundamental para detectar a tiempo los problemas visuales en los niños, e impedir así que dejen secuelas para la vida adulta. Una vez realizados los pertinentes controles de bebé y en los primeros años de vida, las revisiones oculares en la etapa de escolarización intentan detectar problemas refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo) así como ojo vago.
Muchas veces los niños no presentan quejas, y sin embargo al realizar la revisión se detectan anomalías a nivel visual. Cuando no se necesite acudir al oftalmólogo con una mayor frecuencia, las visitas para revisión deben ser anuales, con la finalidad de controlar y compensar las ametropías, y poder prevenir patologías que aparecen en edades de desarrollo.
Cuando acaba el proceso de emetropización, aproximadamente a los 13 años, los niños que utilicen gafas o lentillas, deben ir a revisión una vez cada año, para realizar una valoración de los cambios y conocer los hábitos que se están llevando a cabo correctamente, los que se pueden mejorar, así como cuáles son los cambios y a qué velocidad se están produciendo.